Un trabajador de Deutsche Bundesbank se ha dedicado durante seis meses a la ardua labor de contar a mano, una a una, 1,2 millones de monedas que un hombre dejó en mayo como herencia a su familia. El fallecido acumuló a lo largo 30 años 2,5 toneladas de monedas de 1 y 2 céntimos del extinto marco alemán.
Wolfang Kemereit no imaginó que su vida cambiaría de repente y que pasaría medio año contando monedas en desuso. El deterioro de estas —algunas estaban oxidadas y pegadas entre sí— obligó al empleado de la sucursal bancaria ubicada en la localidad de Oldemburgo, de aproximadamente 161.438 habitantes, a utilizar sus manos en vez de una máquina.
A Kemereit no le quedó más que afrontar esta labor con la frente alta. “Me encanta este tipo de trabajo, en ese sentido no tengo ningún problema con la tarea”, aseguró el empleado que relató que contar cada bolsa le llevaba una hora.
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