En un mensaje de audio grabado en prisión y dado a conocer el lunes, Josh Holt —el ex misionero mormón de Utah detenido en Venezuela desde hace más de un año— suena débil y atemorizado.
“Estoy muy mareado y no puedo pensar, me duele mucho el estómago”, dice. “Me duele mucho y no sé qué hacer. Nunca me me sentido tan mal”.
Alarmados por la grabación, la familia Holt rogó el lunes al gobierno en Caracas que lo libere.
“Josh Holt está delicado de salud, por eso pedimos que Venezuela lo libere de inmediato por razones humanitarias”, dijo la familia en un comunicado. “Nuestros líderes en el gobierno federal [deben] duplicar sus esfuerzos por traerlo a casa antes que sea demasiado tarde”.
“Seguimos muy preocupados por su salud y bienestar”, dijo la semana pasada Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado. “El empeoramiento de su estado de salud ha sido exacerbado por las demoras en las autoridades venezolanas en darle el tratamiento médico necesario. Algunas veces le han bloqueado el tratamiento completamente”.
Holt fue arrestado en Caracas el 30 de junio del 2016 bajo cargos de ocultar dos fusiles automáticos y una granada en la casa que compartía con su prometida, Thamara Caleño, y los hijos de ella.
DC/8N