Por estas fechas es común que muchos organismos públicos y privados ofrezcan a sus trabajadores una fiesta con un variado menú de comidas, bebidas, música y rifas. O al menos antes era así…Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) consideró que era oportuno mantener la tradición y este 1 de diciembre realizó un tremendo agasajo a sus empleados.
Lo criticable es que la situación de Venezuela no está en estos momentos para un derroche de esta magnitud, cuando millones de venezolanos están pasando hambre en las calles y miles de ellos viven en pobreza crítica, sin un pedazo de pan que llevarse a sus bocas.
En coyunturas como la actual, debe prevalecer la sensatez para evitar que se abran más las ya acentuadas desigualdades sociales, Ojalá el máximo Tribunal de la República ofrezca en Navidad y Año Nuevo una generosa comida navideña a tantas personas necesitadas que viven en nuestro país y que padecen las vicisitudes de un gobierno cada vez más alejado del pueblo.
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