Según la historia sentimental de Bolivia, ella fue la hija predilecta de nuestro Libertador Don Simón Bolívar. Pero, aparte de eso, se constituyó en la preferida de otro extraordinario General patriota: Antonio José de Sucre quien fuera el primer Presidente con carácter vitalicio. Sucre, consecuente con el pensamiento de Bolívar sobre esta materia, renunció dos años después. Por su lado, La Paz, capital política de este sueño de país, está a 4 mil metros de altura y, por eso, el cielo y Dios están más cerca. Pero el Presidente Evo está empeñado en cogérsela solo para él y todos sabemos que a Dios no le gusta el egoísmo.
En efecto, cundo Evo Morales se ganó la Presidencia de Bolivia, muchos votaron por él pero pocos tenían fe en los resultados. Por un lado, el hombre no tenía preparación política conocida. Por el otro, el conocimiento académico no se había expresado. Sin embargo, Evo se ganó la simpatía de sus gremios indígenas en las minas y entró con garras y ganas de ser útil más que importantes. Además, logró que las leyendas indígenas de su país creyeran en él. Morales fue lo suficientemente exitoso en planear el desarrollo que inteligentemente abortó con singular destreza y extraordinaria habilidad en su primer ejercicio. Sumado a esto, aprovechó su lealtad y testarudez para estar todo el tiempo al lado de Chávez. Es más, primero llegaba Evo a las reuniones, no importaba dónde, que el Presidente venezolano; éste, con nobleza y generosidad, le pagó con su confianza y apoyo en general. Por otro lado, Evo Morales las pegó todas. Se fajó para salir de las autoridades norteñas que tenía enclavadas en el país. Los norteños que saben más de poder que de elementos diplomáticos sobresalientes se dejaron ganar la pelea del Presidente boliviano. En efecto, sale Morales para su segundo período y triunfa; sale al tercero, y repite. Ya la cosa no era juego. El hombre había aprendido a gobernar.
Empero, como todo gobernante improvisado, y sortario de paso, la cabeza lo traiciona y el invento lo hace pensar y entender que sabe más de lo que sabe. Entonces, Bolivia, según Evo, es el centro energético del Sur y, hablando de una figura política plurinacional que en el derecho latino no existe, ni de ella se ha habado, plasmado o aplicado en alguna ocasión en el foro legal internacional. En todo caso, el Centro Energético por excelencia, tamaño y reservas para el Sur, incluyendo ríos y puertos, es Venezuela y no Bolivia. Con el gas, la cosa sigue esa misma ruta. Lo plurinacional como idea fue expresada por Chávez y no por Evo. Este nos hace recordar a Dr. Gonzalo Barrios que una vez le dijo a Carlos Andrés Pérez: “Carlos a ti, de vez en cuando, te hace falta un poquito de ignorancia”. En efecto, Evo en todo se mete, de todo sabe y por nada se calla.
De verdad, habría que reconocer al Presidente boliviano por su trabajo en sus doce años de gobernante, pero le recordamos a El Libertador cuando aseguraba “no es bueno que el gobernante se mantenga en el poder mucho tiempo. El gobernante se acostumbra a mandar y el pueblo a obedecer”. De allí, la aparición de la tiranía y nepotismo. Por tanto, aconsejamos al incansable Evo Morales el seguir las huellas de Oscar Arias en Costa Rica. Por un lado, es Premio Nobel de la Paz, no porque lo diga él sino porque así lo decidió la Academia del premio, y, por el otro, pareciera que sigue siendo el Presidente a pesar de tener ya varios años alejado del Palacio Presidencial.
DC / Luis Acosta