No hacía más de cinco minutos que Rosa María Carreño, de 28 años, se tomaba un vaso de agua y de inmediato salió corriendo al baño. Cuenta que esta es la visita número diez al inodoro. Por lo general pasa todo el día camino al sanitario. “Entiendo que es normal ir una vez en la mañana, al mediodía, en la tarde y en la noche, pero no comprendo por qué me dan ganas de orinar a cada rato. A veces es desagradable”, añade.
Lo cierto es que el sexólogo y urólogo J.J. Delgado Dupont, sostiene que la frecuencia urinaria realmente está estrechamente relacionada con las exigencias fisiológicas y sociales, ya sea por la dieta que consuma el individuo, el líquido que beba e, incluso, el hecho de acompañar a las amigas al baño.
El experto considera que “las mujeres están entrenadas para orinar más que los varones; desde niñas se les cría con la costumbre de que deben hacer pipí antes de salir de casa y antes de comer algo. Pero lo normal sería micciar cuando de verdad se tengan ganas”.
Causas:
Sin embargo, Azalia Salas, ginecólogo y obstetra, aclara que enfermedades como la cistitis, infección, uretritis, bacterias e inflamación de la vejiga son algunas las causas por las cuales se presenta una asiduidad o aumento de visitas al baño.
“A través de las continuas ganas de orinar también se puede manifestar la diabetes”, acentuó Salas y recalcó que en ocasiones estas irregularidades en las mujeres ocasionalmente están originadas por la poliurea (secreción) o de origen neurológico y nervioso, ya que los estados de estrés y sustos producen repentinas y repetitivas idas al sanitario”.
La especialista descartó la hipótesis de que las jóvenes siempre tienen ganas de orinar porque tienen la vejiga más pequeña que los demás. La anatomía no tiene nada que ver con esto. Susanne Frye, uróloga, rompe el mito y plantea que “no es que algunas niñas nazcan con el órgano de menor tamaño y no aguantan la ganas de orinar”.
Según J.J. Delgado Dupont no importa el sexo, ni la estatura, “la dimensión de la vejiga es muy variable, una chica pequeña puede tener la nariz grande. Realmente se expande a la misma medida. Eso sí, retiene una cantidad fija de líquido. Por lo general, el reflejo se estimula con 300 centímetros cúbicos y es cuando los baroresectores le indican a la vejiga que es bueno que orine. Sin embargo, cada persona voluntariamente puede contener unos 100 centímetros cúbicos más, dependiendo de la situación en la que se encuentre.
Recomendaciones:
Destacó que existen maneras de entrenar la vejiga a través del músculo que controla el inicio y el corte de la orina, procesos que se realizan con ejercicios para fortalecer la musculatura pubo conccigeo”.
Resaltó que la capacidad de aguante no puede llegar al extremo, pues podría desencadenar trastornos en el organismo. “Lo recomendable es que vacien la vejiga en el momento justo sin importar que estén en una reunión muy importante, en una cena o equis circunstancia”.
Aunque no hay cifra exacta de las veces que una persona deba orinar, Delgado explica que entre 4 ó 5 veces al día es lo normal, dependiendo si hace frío, de alguna situación de estrés o de los alimentos que coma. Por ejemplo, el alcohol, el café, té, los refrescos oscuros, las bebidas deportivas, las frutas, las ensaladas, aportan hasta 140 onzas de líquido para eliminar del cuerpo y en una sola visita al baño sólo se puede vaciar 30 onzas. El resto se traduce en, por lo menos, unos cuantos viajes al inodoro.
Pero en el caso de que una chica encuentre sensaciones extrañas a la hora de orinar o problemas con señales de algo más serio, Lindsey Kerr, director del Centro de Continencia Vermont, en su página electrónica, recomienda que acuda a un especialista lo más pronto posible, especialmente con un examen de orina reciente para detectar ciertos cambios, como por ejemplo, si el color o el olor de la orina es distinto o si nota que tiene sangre, si presenta sensación de ardor o pujo vejical.
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