El gobierno de Corea del Norte está dispuesto a entrar en conversaciones con el de Estados Unidos, informó este domingo el gobierno de Corea del Sur.
El anuncio fue hecho luego de que el presidente surcoreano Moon Jae-in se reuniera con el general norcoreano Kim Yong-chol, antes de la ceremonia de clausura de los juegos olímpicos de invierno de PyeongChang.
Ivanka Trump, la hija del presidente de EE.UU., Donald Trump, también asiste a la ceremonia.
Pero funcionarios estadounidenses descartaron la posibilidad de un encuentro con representantes de Pyongyang.
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, ya había coincidido en la ceremonia inaugural con Kim Yo-jong, la hermana del líder norcoreano Kim Jong-un.
Pero Pence aprovechó la ocasión para enviarle un duro mensaje a Corea del Norte, permaneciendo sentado durante la interpretación de su himno nacional.
EE.UU. también afirma que los norcoreanos cancelaron un encuentro con el vicepresidente estadounidense.
Y el viernes Washington anunció un nuevo paquete de sanciones en contra de Pyongyang.
«Si estas sanciones no funcionan vamos a tener que pasar a la segunda fase, y la fase dos puede ser algo muy duro, puede ser muy, muy desafortunada para el mundo», advirtió al anunciarlas el presidente Trump.
«Sin precondiciones»
Los juegos olímpicos de PyeongChang facilitaron un acercamiento entre Corea del Norte y Corea del Sur, el que ha sido visto por algunos como una maniobra de los norcoreanos para tratar de sembrar discordia entre Seúl y Washington.
Y el anuncio de la presidencia surcoreana se produjo horas después de la publicación de un furibundo comunicado del Norte, en el que se califica a las nuevas sanciones de EE.UU. como «un acto de guerra».
El ministro de relaciones exteriores de Corea del Norte alabó la cooperación de las dos Coreas durante las olimpiadas.
Pero también dijo que EE.UU. había «llevado la amenaza de guerra a la península» con las nuevas sanciones, justo cuando los juegos estaban por concluir.
Pero según la oficina de presidente Moon, durante su encuentro con el general Kim este le dijo que Pyongyang estaba «muy dispuesto» a tener pláticas con EE.UU.
También agregó que el Norte había «estado de acuerdo en que las conversaciones entre las Coreas y las relaciones del Norte con EE.UU. tenían que mejorar juntas».
Pyongyang ha dicho en numerosas ocasiones que está dispuesto al diálogo sin precondiciones, pero EE.UU. insiste en que Corea del Norte primero tiene que dar pasos concretos hacia la desnuclearización.
La península coreana ha estado dividida desde la guerra que tuvo lugar de 1950 a 1953 y los dos países nunca han firmado un acuerdo de paz.
Y la presencia del general Kim en Corea del Sur provocó protestas, pues se lo acusa de haber ordenado los ataques contra la fragata militar surcoreana Cheonan y la isla Yeonpyeong en 2010.
DC / BBC Mundo