La dictadura juega a la democracia. Por Ángel Machado (@angelmachadove)
Se acerca el 22 de abril y el régimen no solo pretende celebrar unas elecciones presidenciales amañadas, sino que ahora Diosdado Cabello intenta, que ese mismo día se efectúen las elecciones de la Asamblea Nacional. La dictadura de Maduro en lugar de ceder, sigue arremetiendo para mantenerse en el poder como sea.
Los esbirros del régimen saben que la oposición no participará en estos comicios, porque no existen garantías electorales. Acudir a esta convocatoria es legitimar a Maduro y a su Constituyente. Adelantar las elecciones parlamentarias, aun cuando la actual Asamblea Nacional está en el ejercicio de sus funciones hasta el año 2021 es un golpe de Estado y un doble fraude.
En este punto de la crisis política que se vive en Venezuela, el oficialismo cree tener el camino fácil, porque como oposición nos hemos negado a hacerles el juego y anunciamos que no participaremos en estas elecciones. Quieren elegir un nuevo parlamento para que todos los diputados sean del Partido Socialista Unido de Venezuela y así tener de una vez por todas, el control total del Poder Legislativo.
La dictadura jugó a la democracia mientras pudo ganar elecciones con amplia ventaja, pero desde 2015 cuando la oposición ganó las elecciones parlamentarias con 56,2% de los votos, el chavismo ha intentado por todos los medios disolver el parlamento. Los fraudes han sido tan descarados que desde la elección de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, desconocida por más de 40 países, se ha internacionalizado la ilegitimidad del gobierno de Maduro.
Maduro está quedando aislado internacionalmente, las críticas del Grupo de Lima, las sanciones de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea tienen a Maduro contra las cuerdas, por esa razón quieren fortalecerse en el país eligiendo una nueva Asamblea Nacional que se subordine a la Constituyente para así ejercer el control total sobre todos los poderes y continuar con la represión, violación de Derechos Humanos, encarcelamiento de líderes de oposición, inhabilitaciones políticas y demás actuaciones antidemocráticas que les permita seguir en el poder.
A nivel nacional, la falta de medicinas y alimentos, el colapso de los servicios públicos, la hiperinflación, la inseguridad, entre muchos otros problemas también resquebrajan al régimen, como oposición llegó el momento de unirnos con todos los sectores del país para continuar ejerciendo presión interna y seguir haciendo llamados a la comunidad internacional para obligar al régimen a convocar a unas elecciones presidenciales transparentes y con garantías, no el fraude ese que pretende realizar el 22 de abril.
Este año las únicas elecciones que se deben realizar son las presidenciales con un Consejo Nacional Electoral imparcial y con vigilancia internacional que garantice unas condiciones justas y equilibradas. Conformemos el gran frente nacional con todos los sectores del país y movilicémonos para salir de esta dictadura cuanto antes.
Sigamos avanzando con fuerza y convicción
¡Fuerza y Fe Venezuela!