¿Diálogo político en Venezuela?, mucho se ha hablado de este tema, pero muy poco se ha concretado. El primer intento de diálogo se efectúo en 2013, cuando Nicolás Maduro se reunió con gobernadores y alcaldes de oposición, pero esto no llegó a nada.
En 2014 el régimen llamó de nuevo al diálogo y la oposición cayó en la trampa. Con los intentos de negociación se cumplió el objetivo de la dictadura, se apagó la calle y se generó la expectativa en la gente que se podía generar una salida consensuada a la crisis que empezaba a desarrollarse ese año.
En los primeros meses de 2016 nuevamente se habló de diálogo, pero nuevamente fracasaron los intentos. Entre octubre de 2016 y enero de 2017, Maduro volvió a comprar tiempo, este intento de diálogo dejó a la vista de todos, las fracturas en la MUD, lo que generó más confusión y desesperanza en los venezolanos.
A finales de 2017 comenzó “una nueva etapa del diálogo”, que a mi juicio, ya terminó junto con el primer mes del año. La dictadura nuevamente cumplió su objetivo, compró tiempo y dilató la discusión a lo interno de la MUD para generar una ruta que le hiciera frente a esta crisis, y especialmente, generó desánimo nuevamente en los venezolanos.
Todos estos años que han transcurrido entre intentos de diálogo fallidos, solo nos demuestra que Maduro ha utilizado inteligentemente la herramienta del diálogo como una salida de emergencia cuando ve que el agua le llega al cuello. El tema económico se le da muy mal a Maduro, pero en el tema estratégico le va muy bien por la inocencia de los sectores de la MUD que asisten a la mesa de negociación.
Ahora bien, el resultado de República Dominicana no nos puede sorprender, ya en anteriores ocasiones se había intentado con esta fórmula esperando resultados diferentes que nunca se consiguieron, ¿por qué pensaban que en esta nueva oportunidad si se iban a conseguir? Todos sabemos que para el diálogo existían seis temas medulares y cuatro ya estaban debatidos y definidos, pero los conflictos iniciaban en la fecha de las elecciones presidenciales y las condiciones para poder participar en dicho proceso.
El llamado a elecciones por la Asamblea Nacional Constituyente nos demuestra que el régimen no tiene la voluntad ni el deseo de acudir a ese proceso electoral de manera limpia y responsable, es decir, están buscando un camino para «legitimarse» nuevamente como lo hicieron con la fraudulenta ANC. A mi parecer, a República Dominicana podíamos asistir o no, de hecho unos nos abstuvimos de ir, y la verdad es que la asistencia de representantes de oposición a esas mesas de trabajo no iba a cambiar la posición de Maduro ni sus ansias de quedarse en el poder a trocha y mocha.
Ante este nuevo fracaso del diálogo, la dictadura acelerará el proceso presidencial para generar su show electorero y la Unidad ¿qué debe hacer? Desde mi óptica, lo sano sería firmar un acuerdo interno con metas y objetivos claros, no podemos seguir cayendo en el juego de qué unos acuden al diálogo, unos se atrincheran y otros no dicen nada. Aquí remamos todos para el mismo puerto o más temprano que tarde terminaremos en el destierro.
Es urgente la creación de un bloque sólido y plural que se ocupe de luchar por condiciones justas en todos los escenarios, en la calle, en instancias internacionales y en cualquier otro espacio, para presionar a Maduro y hacerlo ceder. También hay que escoger al líder de la oposición venezolana y que este cohesione los pensamientos de los distintos sectores, y además sea capaz de dirigir una campaña que despierte el ánimo y la esperanza de los venezolanos para sacar a la dictadura que está atrincherada en Miraflores.
Se lee dificilísimo, pero estoy convencido que lo podemos lograr, los buenos somos más y mejores.
¡Sigamos avanzando con fuerza y convicción!
DC / Ángel Machado / Abogado – Magíster en Gerencia Pública – Concejal de Maracaibo – Coord. Político de @VPZulia / @angelmachadove