El gobierno sigue en su empeño de construir una elección presidencial hecha a la medida de sus aspiraciones de perpetuarse en el poder. Ese es un reto que debemos enfrentar todos los opositores venezolanos con verdadera Unidad y con un plan bien definido que permita demostrar al mundo que en Venezuela no hay una verdadera democracia.
La democracia es libertad de participación. La democracia implica la posibilidad de elegir al mejor ciudadano para ocupar un cargo público. La democracia requiere de garantías electorales que sustenten la necesaria imparcialidad. En Venezuela la democracia está muriendo por las ambiciones de poder de quienes usan el gobierno, más no gobiernan. Cuando en un país se vota, pero no se elige, la democracia está en entredicho. En Venezuela claramente no se elige.
Cuando terminaba este artículo aún la Mesa de la Unidad Democrática no había tomado la decisión. Sea cual sea la determinación final se debe asumir el compromiso con un plan para antes y después de la cita del 22-A. Pero debe ser un plan generado a partir del consenso entre los partidos y las organizaciones más representativas de la sociedad civil.
Si la MUD decide no participar, eso sería un golpe mortal a la ambición oficialista de conseguir legitimidad para la reelección de Maduro. No importa si aparece uno o dos candidatos que al margen de la decisión de la Mesa de la Unidad decide participar, porque es claro que la única coalición opositora reconocida mundialmente es la MUD.
Pero sea cual sea la decisión, hay que asumirla con Unidad y con un plan que permita poner en marcha la estrategia que convenza a la mayoría de los venezolanos que adversan al gobierno que ese es el camino correcto. Un plan que obtenga una aprobación casi unánime sobre cómo luchar para lograr el cambio.
Si se determina que no se puede participar, se debe tener igualmente un plan que permite luchar antes y después del proceso. No podemos quedarnos en nuestras casas para observar el juego perverso del gobierno. Hay que enfrentarlos desde una abstención activa.
Pero en esa abstención activa la ciudadanía que forma parte del 70% que no apoya al régimen, debe participar para que junto a la presión internacional se logren las salidas al conflicto y sobre todo para atender la calamidad social y económica que afecta a la mayoría de los venezolanos. La lucha es en la calle.
DC / Pablo Pérez Alvarez / Ex Gobernador del Zulia / @PabloPerezOf