El sobrino de la famosa diseñadora de modas venezolana Carolina Herrera, fue asesinado por diez mil dólares. Se conoció que fueron cuatro sujetos los que sometieron y mataran a Fabrizio Alberto Mendoza Isea, de 31 años, y a Reinaldo José Herrera Sánchez, de 34, la tarde del 11 de mayo del año 2017 en Caracas
Ambos jóvenes eran socios de una empresa de arquitectura y remodelaciones llamada Herrera y Asociados, además de muy buenos amigos. Cabe recordar que ese día, a las 7:00 de la noche, los cadáveres fueron hallados en la camioneta Toyota Hilux de Fabrizio, en un terreno baldío ubicado en el sector El Topo de la carretera Caracas-La Guaira, maniatados y con tiros en la cabeza.
Familiares de ambos habían denunciado la desaparición a los organismos de seguridad. Incluso estaban tratando el caso como un secuestro con el Cicpc, pese a que no había existido comunicación por parte de delincuentes. Las únicas pistas que se tenían hasta ese momento eran las conexiones telefónicas entre Fabrizio y la joven doméstica que trabajaba en su apartamento, ubicado en la urbanización La Tahona, en el este de Caracas, publicó el periodista Deivis Ramírez en Mundo24.
Minutos después de que fuesen interceptados en el estacionamiento del centro comercial La Boyera, Fabrizio se comunicó con su empleada (bajo amenaza de muerte) para que preparara un bolso con dinero en efectivo, joyas y moneda extranjera que tenía en su habitación, y que debía entregarle a un sujeto en las afueras del edificio. Luego de todo ello, fueron asesinados. Tras el doble homicidio y el inicio de las investigaciones por parte de los efectivos del Cicpc, se logró esclarecer el caso en poco tiempo.
El registro telefónico de las víctimas y las conexiones hechas durante ese día, permitió que se llegara a uno de los delincuentes un mes después. El primero en ser capturado, el 12 de junio, fue Edwin Jesús Montilla Verdi, un escolta del alcalde de Charallave, Humberto Marte, en una vivienda del sector El Peñón en el kilómetro 15 de El Junquito, mientras participaba en un ritual de santería.
Este sujeto reveló que fue contratado por un amigo de nombre Suhe González Álvarez, para que mataran principalmente a Mendoza. El sicariato que debía ejecutar, en conjunto con otros dos sujetos, le permitiría ganarse 2500 dólares, es decir, el pago total fue de 10 mil dólares. Incluso, admitió que había asistido a reuniones en La Trinidad para recibir instrucciones, fotos y direcciones frecuentes de la víctima, además de su pago en efectivo. El pasado 16 de enero, durante una audiencia, Montilla admitió su culpabilidad.
DC/El Cooperante