Son muchas las precariedades y las críticas condiciones en las que se encuentra el Metro de Caracas, lo que ha generado, entre otras cosas, constantes retrasos en el sistema por la falta de mantenimiento y porque los trenes que forman parte de cada Línea no están en condiciones óptimas.
De acuerdo con un reportaje publicado en el medio digital Aporrea, los trabajadores también son blanco de persecución y amenazas, que han implicado desde despidos hasta advertencias de detenernos en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, según denunció una persona que prefirió mantenerse en anonimato.
Aunque suelen ser señalados, los trabajadores no tienen responsabilidad por el deterioro del subterráneo porque no son ellos quienes tienen en manos la solución de toda la problemática. Publica el medio que, muy al contrario, los trabajadores están sometidos a un control y coacción muy fuertes.
A toda esta situación, se le suma el hecho de que una cantidad considerable de trabajadores han renunciado, han sido movidos fundamentalmente por la drástica reducción del salario real y la necesidad de una organización que defienda los derechos de los trabajadores. El sindicato del metro es dirigido, según el trabajo periodístico, por una burocracia patronal que ha permitido la caída vertiginosa de las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores; además de mantener, junto a la empresa, un control autoritario y persecutorio contra la base de los trabajadores.
DC | El Cooperante