Si hay un electrodoméstico con el que estamos seguros que no podrías vivir es lavadora. Entre otras cosas, se ocupa de limpiar tus camisetas, pantalones, ropa interior, sábanas y toallas… Sin embargo, debes saber que hay muchas cosas que estás metiendo y que se están estropeando (entre ellas la propia máquina) antes de tiempo.
Es el momento de que descubras las cosas que no deberías estar lavando en este aparato. Si no tenías suficiente con separar por colores, darle la vuelta a las prendas o no llenarla demasiado, ahora también deberás preocuparte por lo que puedes y no puedes limpiar en ella. Ya sabemos que es muy tentador tirar todo lo que esté sucio en su interior, pero si quieres conservar las cosas, pon atención.
Almohadas
El movimiento de la lavadora puede causar que las que están hechas de espuma se debiliten o se rompan en pedazos. Dado que las viscoelásticas son naturalmente hipoaergénicas y resistentes a los ácaros del polvo, pueden permanecer durante más tiempo limpias que las tradicionales.
Carolyn Forte, directora de Good Housekeeping, una empresa dedicada a los electrodomésticos, productos de limpieza y laboratorios textiles, recomienda limpiarlas una o dos veces al año y simplemente tratando las manchas localizadas o las áreas descoloridas. Otra opción posible es revisar antes la etiqueta para ver si sugiere que la limpies a mano: puedes hacerlo en un lavabo grande o en una bañera llena de agua y un detergente hipoalergénico sin perfume. Después de lavarla y enjuagarla, apriétala muy bien para eliminar el exceso de agua y sécala al aire en una habitación con buena ventilación.
Cosas con pelos de mascotas
Pueden ser muy difíciles de quitar de la ropa, pero colocar los pantalones con ellos dentro de la lavadora solo empeorará las cosas. El pelo mojado de los animales de compañía puede apelotonarse y adherirse a las prendas o al tambor e incluso obstruir las tuberías de drenaje, lo que la hace menos eficiente con el paso del tiempo.
En su lugar, quítalos antes de meter la ropa dentro. Pasa un rodillo de pelusas o cinta adhesiva para que se queden pegados. Si no tienes y no quieres comprar uno (suelen ser bastante baratos) puedes ponerte un guante de látex humedecido con agua que hará la misma función. Si después de esto todavía quedan, mételo en la secadora (si tienes) en un programa corto y esta servirá como trampa para todos esos pelos. Tras hacer esto, ya puedes lavarlo como se indique en la etiqueta.
Sujetadores
La forma más rápida de romper un sostén es ponerlo dentro de una lavadora. Además, sus broches o los hierros que forman las copas pueden engancharse y acabar estropeando otra prenda. La mejor forma para limpiarlos es a mano. Usa agua fría y una pequeña cantidad de un detergente líquido suave diseñado para usar con productos delicados. Después de hacerlo, exprime suavemente el exceso de agua para evitar dañar la tela. Si estás corto de tiempo, no es la mejor forma de hacerlo, pero son circunstancias especiales.
Asegúrate de prepararlos bien para que los ganchos tengan menos probabilidades de romper otros objetos. Elige agua fría para reducir la posibilidad de contracción. «Si tiene un aparato central o sin agitador, puedes colocarlos en una bolsa de ropa y seleccionar el ciclo más suave. Sin importar si se lava a máquina o se lava a mano, siempre se debe secar al aire libre para evitar destruir el material elástico con el calor de la secadora», asegura.
Encajes o bordados
Los artículos delicados con abalorios o bordados no deben lavarse a máquina porque el movimiento puede destruir los detalles. En concreto es el caso de los artículos con adornos pegados en lugar de cosidos, ya que es más probable que esas piezas se caigan. Además, el encaje se puede rasgar si entra en contacto con prendas con botones, broches, ganchos o cremalleras.
Tu mejor opción aquí es lavarlo a mano, con una excepción: si la etiqueta de cuidado del artículo dice «limpieza en seco» o «solo limpieza en seco». Hazlo con mucho cuidado e intenta tapar los adornos, de esta forma no ser dañarán con los productos químicos utilizados en este proceso.
Manchas inflamables
No es una buena idea meter todo lo que tenga una mancha de gasolina, aceite de cocina o motor, desengrasante o alcohol dentro de la lavadora, pero en este caso, la secadora es el verdadero enemigo. «El alto calor del aparato podría hacer que la ropa se incendiara y provocar una explosión», explica Forte. Sin mencionar la posibilidad de que se acumulen residuos inflamables en su máquina.
Trata la mancha con un limpiador a base de disolvente y déjalo reposar durante al menos diez minutos. Si el olor de la mancha disminuye, podrás lavarla a máquina, siempre y cuando lo laves solo (para evitar el riesgo de transferencia de manchas) y se seque después. De lo contrario, siempre es una apuesta segura lavar a mano el artículo en agua caliente: el calor ayudará a eliminar la mancha con detergente líquido.
DC | El Confidencial