Cuando terminó mi contrato en The Strongest, tuve que tomar una decisión: aceptar alguna de las ofertas para dirigir que tenía sobre la mesa o tomar un descanso. Fue la decisión más difícil que tuve que tomar en mi carrera.
Desde que empecé a sentarme en un banquillo a mediados de los noventa, nunca había parado. Mi vida entera la había pasado entre camerinos, concentraciones, vuelos, canchas y estadios. Los futbolistas, cuerpos técnicos y aficionados eran mi familia.
Pero decidí que era el momento de estar con mi otra familia.
Esa que ha entendido durante décadas los rigores de esta profesión. La que ha sabido perdonar mis ausencias en cumpleaños, graduaciones, viajes a la playa y visitas al médico. Era hora de que ellos fueran los titulares de mi equipo.
Decidí, por primera vez en mi vida, ser César Farías padre, hermano, esposo e hijo a tiempo completo. El César Farías entrenador necesitaba… merecía un descanso. No me malinterpreten, lo duro de la decisión no fue querer estar con los míos, sino dejar de hacer (momentáneamente) lo que siempre había hecho.
Saqué a pasear a diario a mis perros. Llevé a mis hijos a la Universidad. Jugué basket en canchas de asfalto con amigos y completos desconocidos. Fui al cine con mi señora. Tomé clases de inglés (And I had fun!).
También aproveché estos meses para viajar y ver fútbol. Dije que iba a descansar de entrenar, no del fútbol. Recorrí el mundo viendo juegos, entrenamientos e intercambiando conceptos con amigos como Juan Carlos Osorio, Bora Milutinovic y el “Tuca” Ferretti, por solo mencionar algunos.
También estuve con ojos de aficionado y entrenador en juegos de NFL, NHL, Grandes Ligas y NBA. Poder interactuar con otras disciplinas, con las mejores ligas, atletas y mentes del planeta fue enriquecedor.
Por supuesto, fui a Venezuela. Siempre es un placer estar en mi país, con mi gente. Este descanso como director técnico me permitió potenciar mi faceta empresarial con el Zulia FC, Ciudad Vinotinto, CAFA Group y otras actividades que pronto les comparitré.
Como pueden leer, también fundé Jefes del Juego con Carlos Mauricio Ramírez. La pasión por la comunicación corre por mis venas, pues mi padre aparte de hombre de fútbol, siempre fue hombre de medios. Este es un proyecto ambicioso y aprovecho para abrirle las puertas a todos los atletas, entrenadores y aficionados a que se sumen a nosotros. Esto es por y para ustedes.
No puedo dejar de agradecer públicamente a todos los clubes que pensaron en mí para comandar sus proyectos durante estos meses. Gracias por tocar a mi puerta, pero sobretodo gracias por entender y respetar este receso.
Hace unos días recibí el llamado del señor César Salinas. Una situación personal del profesor Ischia lo obligaba a dejar The Strongest. Un imprevisto, una emergencia que requería de atención inmediata, en medio de la Fecha FIFA y con la premura del torneo local y Copa Libertadores en pleno desarrollo.
“Profesor Farías, The Strongest lo necesita. Estamos en una coyuntura y usted es el único técnico al que pienso llamar¨, me dijo el presidente. En ese momento y sin vacilar, miré a mi señora y a mis hijos a los ojos. No hizo falta decirles nada. Ya lo sabían. Sólo faltaba una cosa.
Al terminar la llamada con el presidente Salinas, llamé a mi mamá. Le expliqué la situación y como siempre me escuchó con atención. Le pedí su consejo y bendición. Luego de un breve silencio reflexivo al otro lado del teléfono, me dijo: “Hijo, que Dios y la Virgen del Valle te bendigan. Cuentas con mi apoyo y bendición. Ve y triunfa”.
Tras esa charla con mamá, era oficial: César Farías DT, estaba de vuelta.
Cuando empecé este descsanso lo hice porque mi familia sanguínea me necesitaba y yo a ellos. Ahora el parón se termina porque mi familia fubolística me necesita. Y yo a ellos.
Esta es la primera vez en mi carrera que voy a un club al que dirigí con anterioridad. Pero la verdad es que nunca me fui de The Strongest ni de Bolivia. Este no es un segundo ciclo. Es la continuación de un proceso que persiguió y sigue buscando la grandeza de todo el fútbol boliviano, no sólo de un club.
Han sido meses hermosos de descanso, reflexión, aprendizaje, emprendimientos y viajes. Gracias a mi familia y amigos por estas maravillosas vivencias. Los amo.
Es momento de volver. The Strongest. Bolivia, estoy listo.
Es hora de seguir.
DC / Jefes del Juego