«No al cierre del Chiquinquirá» gritaron a una sola voz los pacientes y trabajadores del hospital. Ayer, durante una protesta, confrontaron a Marcelina Colombani, directora del centro de salud, y expusieron que no están dispuestos a irse, pero tampoco a continuar trabajando en condiciones deplorables.
Médicos, enfermeras, empleados y obreros se apostaron en la entrada principal del edificio, con pancartas y todo el coraje recopilado durante meses de laborar en las peores condiciones. Los pacientes que estaban en las instalaciones se unieron al clamor.
Colombani, con la mano en el pecho, intentó mediar con argumentos, pero los trabajadores refutaron cada una de sus palabras. “Aquí no hay nada, las embarazadas tiene que subir las escaleras aunque se estén pariendo, los pisos están cerrados”, vociferaron.
Parte del personal que aún labora en el Chiquinquirá es de larga data, trabajadores que están resentidos por el “desastre” en el que se convirtió el hospital, luego de ser centro de referencia de especialidades como Toxicología y el lugar donde nacieron grandes personajes de la ciudad.
Aquí no hay nada
Jessica Acosta, de 27 años, está en su semana número 30 de gestación, es diabética desde los cinco años y su embarazo es de alto riesgo. Una de sus grandes preocupaciones es que no tiene insulina, porque “antes me la daban en el hospital, pero ahora no hay nada ni un guante. Yo tengo que traer hasta los guantes para que me hagan un examen”, explicó con afectación y otras gestantes la secundaron.
Reiteran que el hospital carece aire acondicionado y ascensores, pabellón e insumos, por lo que les explican que deben irse a “parir en otro lado”, aunque muchas cumplieron su control de embarazo en el Chiquinquirá y sus historias médicas y especialistas tratantes están allí.
Por su parte, Rubiyein Canquiz, residente del primer año de Ginecología y Obstetricia, comentó que la situación es crítica. “Las pacientes suben por escalera con dolores de parto. Nosotros tenemos la mejor disposición para atenderlas, pero carecemos de insumos. Ya tuvimos tres muertes maternas debido a que no hay pabellón ni luz ni aire”.
Los médicos residentes en las diferentes especialidades que ofrece el hospital están preocupados por su práctica profesional, ya que en esas condiciones es imposible ejercer como especialista.
“Los residente y los adjuntos somos los responsables de mantener el hospital de pie. La división de post grado de la Universidad propuso rotarnos por todos los hospitales, porque nosotros necesitamos academia para poder formarnos como especialistas y aquí no hay. Yo tengo tres meses en el postgrado y solo he atendido un parto, ni una cesárea ni un legrado”, reiteró Canquiz.
Otros le apoyaron explicando que están en un proceso de aprendizaje que se frustra por las condiciones en las que está el centro de salud. “No queremos irnos, porque queremos este hospital”.
Fuera de base
El pasado miércoles La Verdad realizó un recorrido por las instalaciones del Chiquinquirá y se pudo constatar que los ocho pisos del edificio están cerrados y con candados en sus puertas. Solo el área de emergencia está activa.
En el primer piso funcionaban Historias Médicas y Consultas, en el segundo estaba la Sala de Parto y Laboratorio, en el tercer piso Pabellón y Unidad de Cuidados Intensivos, en el cuarto Ginecología y Obstetricia, el quinto piso está en remodelación desde hace al menos 10 años, para fundar el Servicio de Neonatología. El sexto piso era Cirugía, el séptimo Pediatría y el octavo Medicina Interna. Todos cerrados.
Ayer se conoció que el Chiquinquirá pasó “a manos” de la Alcaldía de Maracaibo y será gerenciado por Salud Maracaibo, sin embargo aún no se obtiene información de la parte oficial, para que explique por qué un hospital tipo III que depende del Ministerio de Salud, ahora pasará a formar parte de las responsabilidades del gobierno municipal.
Tipo III
El Hospital Nuestra Señora del Chiquinquirá está catalogado como tipo III, De acuerdo a su capacidad en número de camas, población de influencia, tipo de servicios clínicos de especialidades generales y otras especialidades, complejidad tecnológica y sede de postgrados clínicos. Este tipo de hospitales dependen directamente del Ministerio de Salud y son gerenciados por las Secretarías Regionales de Salud.
DC / La Verdad