Una mujer embarazada fue multada con 60 euros (unos US$73) por intentar acortar su ruta caminando a contravía por los pasillos de una de las estaciones del Metro de París.
RATP, la empresa operadora del subterráneo, defendió la decisión argumentando que ese tipo de sistema era necesario para controlar el flujo de pasajeros y prevenir incidentes.
La pareja de la mujer criticó en las redes sociales lo ocurrido y publicó una imagen del billete con la multa.
«Bravo por esta extorsión fácil. Por otra parte, siempre hay tantos mendigos habituales, estafadores sin billetes, carteristas…», escribió cuestionando a las autoridades responsables del Metro.
Su mensaje llevó a numerosos usuarios de ese sistema de transporte a quejarse por haber sido objeto de sanciones ese mismo día.
Lucile, una de estas personas, le dijo al diario Le Figaro que ella pensaba que los signos que indicaban la dirección en la que avanzar por los pasillos eran solo para orientar a las personas y evitar que se perdieran en el sistema.
«Yo era la única persona en ese corredor cuando me detuvieron. Es inaceptable. Pagamos 75 euros (unos US$92) al mes por un servicio que no funciona siempre con pasillos y trenes descuidados», protestó.
RATP dijo que la imposición de multas por esa falta era «infrecuente» y que su aplicación dependía de cada inspector.
«Algunos pasillos solo pueden ser usados en una dirección para facilitar los flujos y especialmente para evitar incidentes», señaló la empresa.
Michel Babut, un miembro de la Federación Nacional de Usuarios de Transportes de Francia, consideró que la multa era una «aberración total» y que esa norma tenía que ser abolida.
Otra persona que en Twitter se identifica como @DiamoyeMoussa dijo sentirse avergonzado por la sanción.
«Una mujer que se lleva una multa por tomar un corredor de metro en la dirección opuesta … este país me da vergüenza», apuntó.
DC / BBC