El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, extendió una invitación al presidente Donald Trump para visitar Pyongyang con el fin de entablar un diálogo sobre su programa nuclear con fines bélicos, según funcionarios de la Casa Blanca.
Trump había anunciado más temprano y de manera sorpresiva que daría a conocer un “anuncio importante” sobre Corea del Norte el mismo día en que el jefe de Seguridad Nacional surcoreano Chung Eui Yong y el jefe del Servicio de Inteligencia, Suh Hoon, se reunieron con el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, H.R. McMaster, para darle detalles de la reunión que sostuvieron a principios de esta semana con el gobernante Kim Jong Un.
En un mensaje frente a la Casa Blanca Chung Eui Yong dijo que Kim Jong Un está dispuesto a hablar sobre la desnuclearización de su aparato militar.
Nunca un presidente de EEUU ha viajado a Corea del Norte. Hasta ahora el único que lo ha hecho, pero como expresidente, ha sido Bill Clinton, quien fue al país con el fin de recibir a dos periodistas estadounidenses, Laura Ling y Euna Lee, detenidas en ese país asiático. El presidente Kim Jong Il, padre del actual mandatario, había puesto como condición para su liberación que un expresidente acudiera a recogerlas.
La oferta de diálogo de Corea del Norte dada a conocer esta semana ocurre en momentos de distensión que comenzaron con el inicio de las Olimpiadas de Invierno en la ciudad surcoreana de PyeongChang el 9 de febrero con el desfile conjunto de las delegaciones de las dos Coreas.
Además, el ofrecimiento de Kim esta semana viene acompañado de un congelamiento de pruebas de misiles balísticos o de ensayos nucleares mientras haya diálogo.
Las dos Coreas acordaron también llevar a cabo a finales de abril una cumbre en su frontera y abrir una línea de comunicación directa entre sus dos mandatarios.
Este ambiente de diálogo ocurre luego de meses de fuertes tensiones en la Península de Corea por una serie de pruebas de misiles balísticos y de ensayos nucleares llevados a cabo por el régimen comunista. Pyingyang ha desarrollado un misil que en teoría podría alcanzar cualquier punto de EEUU con una ojiva atómica.
Esto llevó a Trump a elevar su retórica bélica indicando que respondería con “fuego y furia” si Kim seguía adelante con sus pruebas.
Incluso las fuerzas armadas de EEUU enviaron tres portaaviones el año pasado a aguas cercanas de la Península como una demostración de fuerza y disuasión.
DC | Univisión