Un carpintero fue asesinado de un tiro en la espalda en guarenas
Carlos Daniel López Torres murió en la sala de emergencia del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales de Guarenas el jueves a las 10:00 pm. Los médicos les explicaron a sus familiares que la bala que entró por la espalda le afectó el pulmón izquierdo y perforó su corazón. Esa misma noche, el cadáver de López Torres fue trasladado a la sede de la medicatura forense, situada en Bello Monte.
Ayer, parientes del hombre de 21 años de edad relataron que se encontraba en compañía de unos amigos en el barrio La Comunidad, en la parroquia Guarenas, municipio Plaza del estado Miranda.
La reunión entre conocidos se vio truncada por la presencia de varios hombres encapuchados y armados que irrumpieron en la localidad disparando con armas largas. Muchos de los presentes corrieron para preservar sus vidas, otros se arrojaron al suelo, pero López Torres no tuvo la misma suerte y fue alcanzado por un proyectil en la espalda.
Testigos del hecho afirmaron que la víctima cerró los ojos y fingió su muerte, ya que los delincuentes armados dieron varias vueltas por el sector con el fin de seguir disparando.
“Estos hombres huyeron y corrimos para verificar el estado de Carlos Daniel. Abrió los ojos y lo llevamos al seguro social. Lamentablemente, murió minutos después”, sostuvo un hermano que pidió no ser identificado por temor a venganza de los atacantes.
La familia de López Torres no ha podido retirar su cuerpo de la morgue ya que carecen de recursos económicos para realizar el traslado a la funeraria y efectuar el sepelio.
En las afueras de la morgue, les exigieron a las autoridades locales emprender la búsqueda de delincuentes armados que azotan el sector. López Torres era carpintero y el tercero de cinco hermanos.
Otras dos muertes se registraron en la misma zona de la entidad mirandina ayer en la madrugada. Las víctimas eran primos y respondían a los nombres de Eros Siric Díaz, de 18 años de edad, y Edmil Rosas González, de 17 años.
Sobre los detalles del hecho, parientes indicaron que ambos jóvenes se encontraban en una fiesta y a mitad de la noche decidieron regresar a sus casas, donde los aguardaba una comisión policial de la región con una presunta orden de captura.
“Los policías tumbaron la puerta de la casa y preguntaron por los muchachos, pero les dijimos que no estaban; revisaron las habitaciones y se sentaron a esperar. Cuando los muchachos llegaron, se nos ordenó que nos metiéramos en el baño y escuchamos dos disparos. Los mataron sentados en el mueble de la sala, a cada uno con un tiro en el pecho, y en su informe policial colocaron: Los delincuentes se enfrentaron a la comisión”, relataron sin revelar sus identidades
DC / El Nacional