Arqueólogos peruanos y estadounidenses con el apoyo de drones e imágenes satélite descubrieron más de medio centenar de misteriosas líneas y geoglifos con una antigüedad mayor a 2.000 años sobre el desierto de Nasca, Perú.
El arqueólogo Johny Isla, corresponsable del hallazgo junto a su colega Luis Jaime Castillo, aseguró a la agencia de noticias AFP que “hemos identificado nuevos geoglifos, en total estamos hablando de unos 15 a 20 grupos de figuras que si identificamos individualmente estamos hablando de entre 50 a 60 figuras nuevas”.
Las nuevas figuras habrían sido dibujadas antes de las ya reconocidas líneas de Nasca y se encuentran ubicadas en las laderas de las colinas que circundan los valles de Palpa, misma región costera de Ica.
El más reciente descubrimiento comprende entre figuras humanas, aves y felinos, figuras y dibujos que con el paso del tiempo y los vientos producidos en esta zona se tornaron imperceptibles para el ojo humano al nivel de la superficie.
«Estos geoglifos son más antiguos que aquellos de la cultura Nasca. Pertenecen a la cultura Paracas y Topará, que se desconoce mucho», sostuvo Isla en sus declaraciones.
Por su parte, Castillo comentó que «la mayoría de estas figuras son guerreros» y agregó que «estos podían ser vistos desde cierta distancia, (…) pero con el tiempo quedaron completamente borrados”.
Según los investigadores peruanos, algunas de las imágenes descubiertas se remontarían a un período que abarca entre los años 500 a 200 antes de la era cristiana.
Las famosas líneas de Nasca, reconocidas como Patrimonio de la Humanidad, son geoglifos de más de 2.000 años de antigüedad que contienen figuras geométricas y de animales, imágenes que solo pueden ser apreciadas desde el cielo.
DC | NTN24