Con un estilo directo y de contacto con su pueblo, Alenis Guerrero, alcalde del Municipio Santa Rita, ubicado en la Costa Oriental del Lago, gobierna desde hace poco más de 100 días. Lo hace con pocos recursos, pero eso no lo limita y a través de alianza estratégicas busca mejorar la vida de los santarritenses.
Denuncia sin temor a quienes hacen mal a su pueblo e invita a todos los factores políticos a trabajar juntos para defender para construir un futuro provisorio para el municipio.
Guerrero visitó La Verdad y conversó sobre los problemas que vive Santa Rita y además ofreció las soluciones para solucionar problemas como el del agua que mantiene sedienta a las cinco parroquias que conforman la jurisdicción. “El responsable de que Santa Rita esté sin agua es Hidrolago”.
Existen sectores que tiene hasta cinco meses sin agua, situación que el mandatario municipal no duda en calificar como terrible. “Qué ser humano pude vivir en condiciones verdaderamente tranquilas cuando no cuenta con un servicio tan vital como el como el agua para las comunidades”.
Aseguró que todo el municipio tiene problemas un vital líquido y que eso se debe a un vicio que hidrológica tiene que corregir porque el “agua no tiene color político”. Explicó que parte del problema es por las tomas clandestinas de cuatro pulgadas que están a lo largo y ancho de la tubería. “Hay tomas ilegales para llenar camiones y aguadas particulares, las mayoría de las bombas están paralizadas, el agua en Santa Rita dependen de un motor número ocho ubicado en F-7 y más son las veces que lo paran que las veces que bombean al municipio”.
Recordó que en Puerto Escondido hay una persona que tiene un tanque de 800 mil litros y la compañía, dependiente del Gobierno nacional, no hace nada para acabar con el problema y el Ministerio Público tampoco cumple con su obligación. “Si Hidrolago no la corta, nosotros con el pueblo haremos, si eso es violatorio que me metan preso, pero yo no puedo dejar morir mi pueblo de sed porque para que una persona se beneficie”.
Santa Rita depende de un sistema interconectado que viene desde Machango a la progresiva 19, la cual conecta en F-7 en el tanque de hipódromo en Cabimas acoplado con la Macanilla y que llega finalmente al Hipodromo de Santa Rita para abastecer a una parroquia de más de 15 mil habitantes. “El problema no de agua, porque agua hay, el problema es de distribución, operación y mantenimiento (…) Yo le pido al gobernador que militarice las estaciones de bombeo y las válvulas porque hay un saboteo permanente”.
Denunció al antiguo coordinador de Servicios Públicos, Agua blancas y Negras del ayuntamiento, a quien halló manipulando las válvulas en el sector Los Isleños y en la avenida Bicentenario. “Ese funcionario le hace daño al gobernador, si quiere mucho la revolución que demuestre que lo quiere”.
Para la cuenta
Como muchas ciudades del país, Santa Rita no escapa de la realidad que implica el problema de la basura y cuando Guerrero asumió su cargo constató que el parque motor del ayuntamiento es de un solo vehículo. “Cuando fue alcalde en el periodo 2004 – 2008 dejé carros, motos vehículos camión pesado, retroexcavadora, máquinas, patrol que sumaban 112 unidades, todas registradas en la contraloría del municipio. Vendieron vehículos por chatarra, tengo un poco de carros en cuatro bancos y no tienen aceite para rodar”.
El burgomaestre asumió el reto de sacar los camiones compactadores para colocarlos al servicio de la comunidad. “Lo más grave ahora es que tenemos los vehículos repotenciados, pero no niegan el aceite para que la comunidad tenga la garantía de que la unidad hará su recorrido”.
Indicó que estos problemas no se pueden resolver de manera aislada y aclaró que su intención no ser el protagonista. “El pueblo no puede sufrir porque a mí no me entregan el maxidisel. Mientras que a los otros alcaldes si le entregan el lubricantes para que funcionen sus unidades. ¿Por qué a mí no me lo entregan? Si yo gané con los votos del poder popular”.
En la actualidad recogen la basura “mediamente” con camiones prestados. También compró aceite para una ambulancia del Cuerpo de Bomberos que fue robado. “Lo que no saben es que por eso puede morir un niño o cualquier otro paciente por no ser trasladado en una ambulancia porque no hay sentido de pertenencia”.
Sobre los bomberos señaló que el anterior comandante era un miliciano y asimilado. Tras una conversación el funcionario le dijo a Guerrero que tenía aprobado, desde Caracas, dos ambulancias, 20 colchones para el cuartel, pipas de maxidisel y que de paso pagaba al personal de su bolsillo. “Llamé al Colegio Nacional de Bomberos, levanté el expediente, nombre una junta administradora y otra interventora y me encontré desastres de desastres como por ejemplo no había soportes contables ni de ingresos que tenían que entrar a la institución”.
En la actualidad los Bomberos de Santa Rita tiene un nuevo comandante, pronto saldrá el camión número 8 y Guerrero trabaja para lograr un incremento en los sueldos y salarios de los efectivos porque “bien merecido que lo tienen”. También gestiona a la Comandancia General los recursos necesarios para la operatividad. “Pedí que me dieran respuesta sobre esas dos ambulancias que dijo el comandante saliente que las tenía aprobadas, más los 20 colchones para que los muchachos duerman dignamente como funcionarios que prestan una labor tan importante pronto veremos el Cuerpo de Bomberos que dejé cuando salí en el 2008”.
Vicios barridos
Guerrero describió como el “desorden más grande de la historia” lo que encontró al llegar al ayuntamiento. “Era una alcaldía de que no tenía razón de ser, una administración pública que contó con el apoyo del Gobierno regional y nacional, que mantuvo una carga burocrática de casi 800 personas, la cual además recibió un situado para aquel entonces de 76 millones de bolívares y pagaba una nómina de 320 millones”.
El alcalde de Santa Rita señaló que a través de un vistazo a las actas de entrega vio que no había ningún argumento y soporte que me permitiera determinar qué fue lo que dejó la administración saliente por lo que ordenó las auditorias y revisiones respectivas. “Tengo que comenzar a demostrar que soy un gerente y eso implica que tuve que restructurar una nómina sobrecargada y además llena de vicios terribles como por ejemplo: más de 60 personas fuera del país que cobraban cestatiques, sueldos y salarios y empezar a corta la relación con los que se quedan en su casa como reposeros”.
En la actualidad el personal que trabaja en la Alcaldía de Santa Rita pasó de poco más de 700 trabajadores a 400 y gracias a una revisión de los gastos y de los ingresos propios la corporación, todos los trabajadores están al día. Todo esto enmarcado en un presupuesto deficitario del 80 por ciento.
La Verdad