La endocrinóloga Alfonsina Carrasco recomienda incrementar la actividad física como alternativa ante la imposibilidad de comer bien y conseguir los fármacos
La actual crisis que vive Venezuela, con hiperinflación y escasez de alimentos y medicamentos, hace muy difícil que las personas puedan tener una alimentación balanceada, por lo que es previsible el incremento de casos de obesidad, síndromes metabólicos, resistencia a la insulina y diabetes, entre otros.
Así lo afirmó la endocrinóloga Alfonsina Carrasco, quien explicó que el peligro obedece a que las personas están consumiendo más carbohidratos porque son más baratos, razón por la cual recomendó como alternativa ante la imposibilidad de comer saludable aumentar la actividad física.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hacer un mínimo de 150 minutos de ejercicio aeróbico a la semana, que puede ser caminata, natación o cualquier otra actividad adaptada a las características y gustos de la persona. Aunque con caminar 30 minutos diarios es suficiente”, comentó la especialista.
“Asimismo, frente a las dificultades para conseguir los medicamentos para el control de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares (por sus altos costos y dificultad para conseguirlos) queda ser más estrictos con la alimentación y el ejercicio, y siempre debe consultar a su médico”, manifestó.
Factor de riesgo
La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica e irreversible que se produce cuando el páncreas no puede fabricar suficiente insulina o cuando el paciente tiene resistencia a la misma por lo que esta hormona no logra actuar debido a que las células no responden a su estímulo. Esta alteración es el primer factor de riesgo para padecer una enfermedad cardiovascular.
La endocrinóloga señaló que “la resistencia a la insulina puede generar hipertensión, lo que acompañado de dislipidemia (altos niveles de colesterol y triglicéridos), incrementa la posibilidad de sufrir cualquier trastorno cardiovascular, como por ejemplo, angina, infarto o enfermedad arterial obstructiva periférica”.
La diabetes también es un factor de riesgo para accidentes cerebrovasculares, los cuales pueden producir secuelas neurológicas en los pacientes, así como otras complicaciones tales como insuficiencia renal, amputación de miembros inferiores, y pérdida de visión. De acuerdo con la OMS, los adultos con esta condición tienen un riesgo 5 veces mayor de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
Carrasco indicó que la diabetes puede ser diagnosticada mediante pruebas que miden qué tan elevados están los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre, mientras las enfermedades cardiovasculares se detectan mediante examen físico, mediciones de la presión arterial, pruebas de laboratorio y otros estudios cardiovasculares como el de esfuerzo.
La doctora indicó que para reducir el riesgo de patologías cardiovasculares, las personas con diabetes o algún síndrome metabólico “deben hacer un cambio en el estilo de vida, que incluya la reducción del peso corporal y el control de los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos en la sangre”. También es necesario mejorar la dieta (reducir azúcares, carbohidratos y grasas), eliminar hábitos de consumo de alcohol y tabaco, e incrementar la actividad física.
Los tratamientos para diabetes incluyen desde medicamentos orales como la metformina y otras familias de fármacos hasta la administración de insulina, mientras los de enfermedades cardiovasculares abarcan los antihipertensivos, estatinas para el control de las grasas, entre otros. “Algunos fármacos para la diabetes han demostrado mejorar el riesgo cardiovascular, como ciertos análogos de incretina (hormonas del sistema digestivo) e inhibidores de sglt2 (una proteína que transporta sodio y glucosa a nivel renal)”, precisó.
Carrasco hizo hincapié en la necesidad de que los pacientes acudan a sus controles médicos y que eviten la automedicación o cambiar su tratamiento sin previa consulta.
DC / NP – Maryangel Canga / Consultor 5 – Comstatrowland, C.A