A pesar de jugar con un hombre menos durante prácticamente todo el partido por la temprana expulsión de Vrsaljko, el Atlético resistió en Londres y arrancó un valioso empate ante el Arsenal (1-1) en la ida de las semifinales de la Europa League.
Finalmente Simeone decidió no arriesgar con Diego Costa, recién salido de una lesión, y lo dejó en el banquillo para apostar por el tándem francés Griezmann-Gameiro en ataque. Pero empezó muy dormido el Atlético y el Arsenal, espoleado por los 60.000 espectadores del Emirates Stadium, lo parovechó para sitiar la portería de Oblak en un arranque frenético. Vrsaljko se ganó la amarilla en solo dos minutos y Lacazette tuvo dos clarísimas ocasiones para inaugurar el marcador: la primera pegó en el palo y la segunda fue contrarrestada por una mano fantástica de Oblak.
A los nueve minutos, el partido se complicó de verdad para el Atlético porque Vrsaljko vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez con 81 minutos aún por delante. No encajó bien Simeone la expulsión del croata y solo un minuto después vio también la roja por protestarle una acción al francés Clement Turpin. Había pasado de todo en muy poco tiempo y nada de eso había sido bueno para el Atlético.
Le costó recomponer sus filas al cuadro rojiblanco ante un Arsenal crecido, pero llegado el ecuador del primer tiempo consiguió asentarse en el campo y empezó a enseñar los dientes. Griezmann probó a Ospina con un disparo raso y Thomas se inventó una gran jugada que el goleador francés culminó con un disparo excesivamente centrado.
Habían cambiado las tornas y el Atlético terminó el primer tiempo intimidando al Arsenal, con una presión muy fuerte que para nada hacía pensar que estaba jugando con un hombre menos. La intensidad fue máxima en los banquillos, con el Mono Burgos desesperado ante la permisividad del colegiado con las entradas de los jugadores ingleses: ninguno vio tarjeta a pesar de que Griezmann se llevó un par de patadas.
En la segunda mitad se mantuvo la tensión, con el Atlético pidiendo tarjeta en cada falta inglesa y un Wenger cabreadísimo por las protestas colchoneras. El ritmo, eso sí, fue algo inferior al del primer tiempo. Consciente de su inferioridad numérica, el Atlético se replegó a la espera del contragolpe y cedió la iniciativa a un Arsenal que merodeó sin descanso el área del Oblak. Su insistencia tuvo premio en el minuto 61 cuando Lacazette cabeceó a gol un centro Wilshere tras un error de Griezmann al intentar sacar el balón en corto.
Gabi y Savic entraron para reforzar al Atlético, pero el Arsenal mantuvo el dominio y las ocasiones hasta que Griezmann sacó petróleo de un balón largo de Giménez y lo transformó en el empate. Un gol que puede valer oro, casi tanto como un paradón de Oblak ante un cabezazo de Ramsey que evitó el triunfo del Arsenal en los últimos instantes.
DC | 20 minutos