El Foro de Sao Paulo, fundado por el asesino y corrupto Fidel Castro, entre otros sinvergüenzas de la región, no podía tener otro destino que no sea desaparecer del escenario político continental por la muerte y la cárcel de muchos de sus integrantes. Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Fidel Castro, Cristina Fernández, Lula Da Silva, Dilma Rousseff, Humala, entre otros, que ejercieron cargos como presidente de países de América Latina, forman parte de esa cofradía de bribones que establecieron vínculos estrechos, no solo con el robo descarado de los dineros públicos, sino también con el narcotráfico y con grupos terroristas del mundo.
El engendro del régimen comunista en el poder, pronto estará en esa lista negra; sigue “al dedillo” las instrucciones dictadas por los Castros y las mismas indican, por sus actuaciones, que están relacionadas con la depravación moral que ha tenido en el ejercicio del cargo que ocupa, causando la destrucción económica, política, y social de Venezuela y favoreciendo creciente e indebidamente las arcas ex –quebradas de la Isla Antillana.
Ese Foro de Sao Paulo, trae desprestigio continental y mundial, más de lo que tienen, del comunismo o socialismo, total es la misma cosa, Fidel dixit. Ciertamente, si analizamos la historia del siglo XIX, XX y XXI desde el punto de vista diacrónico, observamos que esas ideologías han sido una desgracia para la sociedad por la desdicha que han tenido en las limitaciones y restricciones que le han generado a las libertades ciudadanas y a los principios filosóficos que constituyen en esencia la “democracia”. Estos pueblos gobernados por comunistas o socialistas derivaron en consecuencias nefastas en su dignidad humana: muerte, hambre, miseria extrema, destierro, cárcel, desaparición del pluralismo político y por lógica conceptual en “dictaduras”; ejemplo: China, la URSS, Corea del Norte, Cuba, otros países asiáticos y ahora Venezuela.
Todos los comunistas por antonomasia actúan de la misma manera, se burlan y manejan a los pobres como les da la gana, odian el progreso, la educación de calidad, la ciencia, la tecnología, hablan de que “ser rico es malo” pero viven en la opulencia, hablan de igualdad social y procuran crear perceptiblemente una clase gobernante con todos los privilegios, combaten críticamente al imperialismo norteamericano y terminan siendo un imperialismo fundamentados en la fuerza militar de sometimiento a los países y a sus pueblos que terminan bajo el influjo de las dictaduras impuestas.
La conciencia social de los pueblos, aprendidas y fortalecidas por el principio de la “primacía de la realidad” hoy es determinante en la lucha y en el exterminio de esta malsana ideología corrupta y es un apéndice inequívoco de democracia, libertad, progreso y de dignidad humana.
DC / Marlon S Jiménez García / Profesor Universitario / Marjimgar54@hotmail.com