Por Delicias, la C-1, La Limpia, la Libertador y cuanta avenida existe en Maracaibo y San Francisco se están repitiendo a diario imágenes solo vistas en el transporte público de la India, país de más de 1.300 millones de habitantes.
Decenas de pasajeros van como sardinas en lata, y hasta “abrazados” entre sí para no caerse de planchadas de gandolas, grúas, camiones cava, 350 y 750, exponiendo sus vidas ante la desesperación por llegar a sus sitios de trabajo, estudio o regresar a sus hogares.
La grave escasez de unidades de transporte urbano se ha agudizado en las últimas semanas por las fallas de combustible y altos precios de repuestos, además de la desaparición de rutas emblemáticas en Maracaibo.
Es tan grave la crisis del servicio que los “trencitos” o chirrincheras ya no dan abasto para cubrir la demanda.
“Vamos como animales, colgando de todos lados, y para colmo, pagando hasta 10 mil bolívares para poder irnos, porque buses ¡no hay!,” expresó Jorge González, pasajero de la C-1.
DC / Panorama