“En el socialismo del siglo XXI el empresariado no tiene vida y está condenado a la muerte», aseveró Víctor Maldonado, director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas y del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad), quien expuso este jueves sobre la función social del empresariado, en el marco del ciclo de charlas de “Empoderamiento Ciudadano para el Diálogo sobre Políticas Públicas” que se realiza en la sede de la Asamblea Nacional (AN).
En este sentido, afirmó Maldonado que han desaparecido dos tercios de la industria venezolana en los últimos 20 años y las que quedan están amenazadas del colapso inminente.
«Con socialismo del Siglo XXI, intervención, control de costos y precios, regulación de la tasa de cambio y esa arbitrariedad que se practica, no hay ninguna posibilidad para que haya empresarialidad ni nuevas inversiones», sustentó.
Precisó el director de la Cámara de Caracas que a través de los mercados libres, la libre competencia y el respeto al derecho de propiedad, es la manera en que se puede producir prosperidad y espacios para la libertad. «Hay que tender puentes de comprensión respecto a lo que es el empresario y a lo que son las políticas públicas para estimular este sector», dijo.
Indicó, además, que alrededor de los presupuestos paternalistas y populistas del Estado venezolano, teniendo unos estatutos controlistas y arbitrarios, se debe discutir sobre la verdadera realidad del empresariado y sus potencialidades para construir un país diferente.
«Hasta ahora el populismo en la gobernabilidad ha provocado empobrecimiento, pérdida de oportunidades y un ataque en la empresarialidad que se ha visto con el limitado número de compañías con respecto a lo que siempre ha tenido Venezuela», suscribió.
Manifestó Maldonado que todo aquello que exprese el repliegue del Estado y que permita del funcionamiento apropiado del mercado, pueden ser políticas favorables para este sector en el país.
«Lo que habría que hacer es procurar un diseño del Estado limitado, regulado y enfocado en lo que debe hacer que es ciudadanía y abundancia institucional, permitir que el mercado juegue con sus propias reglas y en los lugares que eso ha ocurrido hay riquezas», subrayó.
DC / AN