La fiesta celebrada en Los Juanes, ubicado en el Parque Nacional Morrocoy, que incluyó cientos de personas, embarcaciones, equipos electrónicos y bebidas alcohólicas, representa una infracción y es un delito por contrariar las normas que rigen la gestión del Sistema de Parques Nacionales y Monumentos Naturales en Venezuela, denunció el Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques).
En las redes sociales se difundió la alta concentración de personas en embarcaciones lujosas en los cayos, durante el asueto de Semana Santa.
La actividad fue “totalmente ajena” a la pobreza generalizada de la mayoría de los venezolanos, en un contexto de crisis humanitaria, que afrentó a quienes deben buscar alimentos en la basura para hallar comida, criticó el Sunep-Inparques.
A continuación, el comunicado íntegro del sindicato:
SUNEP-INPARQUES ANTE LOS HECHOS OCURRIDOS DURANTE LA SEMANA SANTA 2018 EN EL PARQUE NACIONAL MORROCOY.
En las redes sociales han sido ampliamente divulgados videos e imágenes en los que se observa una muy alta concentración de personas y lujosas embarcaciones, en los cayos del Parque Nacional Morrocoy, en los días de Semana Santa de 2018, desde las que se emite música a muy alto volumen y con evidente y profuso consumo de bebidas alcohólicas, razón por la cual el Sindicato se hace eco de distintos sectores preocupados e interesados por el control ambiental. Esta organización sindical sin pretender abrogarse la representación institucional, pero si su compromiso con la defensa de nuestras ABRAES manifestamos que amén del evidente derroche de recursos económicos por los “turistas” que allí se observan, totalmente ajenos al estado de pobreza generalizada que asola a la absoluta mayoría de la población nacional (crisis humanitaria que alevosamente se pretende negar con los videos difundidos), que constituye una afrenta a quienes hoy se ven obligados a esculcar bolsas de basura para procurarse algún alimento; como también lo es para la mayoría de los trabajadores de INPARQUES que están añorando por lo menos unas cajitas Clap de alimentos y de higiene personal a bajo costo porque no lo pueden comprar con su salario en las cadenas de supermercados donde los productos están dolarizados.
Los hechos allí ocurridos, particularmente en Los Juanes, desde el punto de vista eminentemente ambiental constituyen infracciones y delitos contra las normas que rigen la gestión del Sistema de Parques Nacionales y Monumentos Naturales en Venezuela, específicamente del Parque Nacional Morrocoy, además constituyen una apología a lo que no se debe hacer en un Parque Nacional por lo que a continuación se explica:
El objetivo de este Parque Nacional, según el artículo 4° de su Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (Decreto N° 675 del 10/05/1995 – Gaceta Oficial N° 4.911 Extraordinario del 26/05/1995) es preservar y conservar los ecosistemas y paisajes que se localizan en el sector marino-costero de la región centro occidental del país, incluyendo como primer objetivo específico CONSERVAR DE MANERA INALTERADA LOS PRINCIPALES ECOSISTEMAS QUE CARACTERIZAN AL PARQUE NACIONAL MORROCOY: MANGLARES Y LAGUNAS COSTERAS, ARRECIFES CORALINOS Y PRADERAS DE FANERÓGAMAS MARINAS, EL CONJUNTO DE CAYOS, BAJOS E ISLOTES, LAS COMUNIDADES HALÓFITAS, SABANAS Y BOSQUES DECIDUOS.
En el mismo Decreto, el sitio Los Juanes está zonificado como Zona Primitiva Marina (artículo 12/II.A/3), cuyos usos permisibles (artículo 31/II.A) no incluyen el fondeo de embarcaciones. Asimismo, en el artículo 32, entre los usos y actividades PROHIBIDOS en cualquier ámbito del Parque Nacional, se encuentran el anclaje de embarcaciones sobre fondos coralinos y demás sitios no autorizados, el uso de jet-sky y motos de agua, el consumo de bebidas alcohólicas, el uso de equipos de sonido, abandonar o arrojar basura y otros residuos sólidos, la realización de eventos o espectáculos que impliquen la concentración de trescientas (300) personas o más exceptuando Punta Brava-Suánchez y la Zona de Uso Poblacional Autóctono, y el uso de imágenes para promocionar actividades que contradigan los usos y actividades permitidos.
Es un agravante de esta situación, hecho que es público, notorio y comunicacional, que lo ocurrido en Semana Santa de 2018 en el Parque Nacional Morrocoy no es más que la reiteración de lo que allí se escenifica año tras año en temporadas altas, sin que INPARQUES tome las previsiones necesarias para impedirlo.
El Parque Nacional Morrocoy, que antes de su declaratoria había sido objeto saneamiento oficial (1974-1975) al ser demolidas centenas de viviendas de diferentes tipos, propiedad de élites poderosas que se habían apropiado de estos espacios públicos, saneamiento destinado a entregarle a la colectividad nacional espacios recuperados para el sano disfrute en armonía con el ambiente natural; hoy en día, por obra y gracia de la crisis económica que nos ahoga, de las tarifas astronómicas de los servicios públicos de alojamiento, transporte y alimentación en el Parque Nacional y su área de influencia, y por la invasión eventual de los detentadores del poder económico actual, vuelve a ser un territorio elitesco, apropiado por una aristocracia económica de ignorantes, incapaces de valorar la espléndida naturaleza, cuya precaria cultura sólo permite admirar sus bienes materiales, sólo equiparables con los rustiqueros y mineros de Canaima, o los pescadores de especies vedadas en Los Roques.
De lo que se trata es del PATRIMONIO NATURAL DE VENEZUELA, que es un bien público al que tenemos derecho todos, sin que tal derecho de pie a que cada quien haga en los Parques Nacionales y en los Monumentos Naturales, lo que le venga en gana. No creemos que lo ocurrido en el Parque Nacional Morrocoy se refiera a las nuevas formas de relación pueblo-naturaleza que pregona la MISIÓN de INPARQUES, ni que así se garantice la sociedad solidaria, respetuosa y amante de la paz, que proclama la VISIÓN institucional.
Reconocemos que durante la actuación del Frente Francisco de Miranda en INPARQUES, nuestro Instituto padeció un proceso de degradación en todos sus ámbitos, que dio lugar a limitaciones radicales para cumplir las competencias y atribuciones correspondientes, por lo que es pertinente que el gobierno nacional nos dote de los recursos necesarios para que el personal pueda acceder a las áreas, adecuadamente equipado y oficialmente respaldado para el cumplimiento de sus labores, cotidianas o extraordinarias.
Desde SUNEP-INPARQUES, nos preguntamos: si no pueden gestionarse apropiadamente los cayos en Morrocoy ¿cómo pretenden hacerlo en las 7,5 millones de ha del Parque Nacional Caura o en las 12 millones de ha del prometido Parque Nacional Isla de Aves?
Atentamente,
Por SUNEP-INPARQUES
José Matute
Secretario General
Marlene Sifontes
Secretaría de Organización