En Australia, un chico de 12 años se enfadó tanto tras discutir con su madre que le quitó las tarjetas de crédito a sus padres y se marchó de vacaciones a Bali (Indonesia) porque «quería emprender una aventura», según explicó en un programa de televisión este 23 de abril.
Con la intención de llevar a cabo su plan, ese niño engañó a su abuela para que le diera su pasaporte y, con las tarjetas de sus progenitores, compró un vuelo Sídney-Denpasar —la capital de Bali— y reservó una habitación en un hotel de cuatro estrellas.
Al joven le extrañó que nadie prestara atención a que viajara solo siendo tan joven durante su trayecto al aeropuerto, mientras que cuando el personal del hotel le preguntó si iba acompañado contestó que su hermana llegaría más tarde.
Allí pasó cuatro días inolvidables mientras sus padres le buscaban desesperados. Finalmente, la Policíaencontró su ubicación cuando publicó un video en las redes sociales en el que mostraba cómo saltaba en la piscina de ese establecimiento.
Cuando le descubrieron, el chico pidió un poco de tiempo para recoger sus cosas, pero se encerró en su habitación. «Estaba un poco asustado» porque «no sabía qué iba a pasar», detalló este aventurero.
Finalmente, las autoridades arrestaron a este chico y sus padres llegaron para recogerlo. «Simplemente, no le gusta la palabra ‘no'», lamentó la madre del travieso joven, quien culpó al «sistema» por el hecho de que fuera «demasiado fácil» que un niño viaje solo a otro país.
DC / RT