Pero el problema llega al salir de viaje, ya que esas rutinas comienzan a perderse. Las comidas suelen ser de altos contenidos calóricos, el sedentarismo aumenta y si estás de vacaciones puede que pases horas acostado bajo el sol. Para que esto no suceda, a continuación compartimos algunos consejos para que el cuidado de tu salud viaje con vos a todos lados.
El “diente libre” da rienda suelta a que comas sin límite, ya que es común servirse una y otra vez sin ningún tipo de reparo. Si bien hay ocasiones donde el buffet viene incluído en los paquetes turísticos, es posible aprovecharlo eligiendo tus comidas a conciencia. Por eso es bueno desayunar cereales, frutas y yogurt; y en los almuerzos y cenas comer verduras, ensaladas y pescados.
Muchos hoteles ofrecen gimnasios, canchas de tenis, golf u otros deportes que te ayudarán a mantener vigente una rutina de ejercicios. Por otro lado, en viajes a la playa, una buena idea es aprovechar la oportunidad para hacer ejercicios al aire libre: caminar o trotar a la orilla del mar puede ser muy entretenido además de beneficioso para tu salud. También existe la opción de practicar nuevos deportes específicos del lugar; por ejemplo buceo, vóley y fútbol en la playa. Hay que desarrollar el ingenio para mantenerse activo y saludable.
No hay nada mejor que salir de vacaciones y pasarse todo el día en la playa leyendo o descansando bajo el sol. Pero si hay algo que no se puede olvidar es el uso de un buen protector solar; nunca salgas de tu hotel o alojamiento sin haberlo colocado apropiadamente. Además, para prolongar la protección, hay que volver a aplicarla cada media hora. Por otro lado, al realizar ejercicios al aire libre no dejes de protegerte del sol para evitar insolaciones.
Si estás de vacaciones algo importante a recordar es que no hay ningún apuro ni horarios que respetar a rajatabla. Puede que en la rutina diaria estés acelerado y cargado de actividades y a la hora de salir de vacaciones sea difícil de salir de ese estado. Ante todo, es importante que descanses y no vivas con preocupaciones que entorpezcan tus vacaciones. Disfrutar el ocio, compartir momentos con amigos, o sumergirte en alguna buena lectura son algunos consejos para que puedas relajarte.
La salud siempre es muy importante, pero sin obsesionarse. Tus vacaciones son para disfrutarlas y si se quiere probar algún plato típico o disfrutar de un buen helado, hay que hacerlo sin culpas. Si algún día surge un mejor plan y se posterga el ejercicio o simplemente se desea estar todo el día descansando tampoco es un problema.
DC / DERF