Una fuente en Curazao familiarizada con el caso ConocoPhillips-Pdvsa señaló que la situación para Pdvsa “es terrible… La compañía no podrá cumplir con todo el volumen necesario para la exportación y está en peligro su capacidad de enviar gasolina a China o acceder al inventario que exporta desde Bonaire”. Para mayor caos, la Refineria di Korsou, quien ha arrendado sus espacios a Pdvsa en Curazao hasta el año 2019, actualmente está en conversaciones con al menos dos grupos (uno europeo y otros de Estados Unidos), para que asuman la explotación de la refinería.
De acuerdo con el diario de Curazao Antillaans Dagblad, “la demanda de ConocoPhillips contra Pdvsa en una corte internacional, podría llegar a un total de 33 mil millones de dólares, la suma más grande que se haya conocido en cualquier juicio ante cualquier compañía”.
Lo cierto es que la refinería Isla Curazao Bv y la terminal petrolera en Bullenbaai, ambas en Curazao y operadas por Pdvsa, así como la estación de transferencia de Citgo en Aruba, se han paralizado y las autoridades holandesas temen por el destino de más de 1.200 trabajadores, de allí que el gobierno anda en la busca de soluciones rápidas porque, según dijo el Primer Ministro Rhuggenaat Eugene R “debemos tener en cuenta los intereses del país. Es por eso que nos hemos dado a la tarea de trabajar con un socio estratégico a corto plazo que opere temporalmente la refinería”. El gabinete considera un escenario a corto plazo en el que la refinería Isla Curazao Bv ya no pueda cumplir con sus clientes debido a las incautaciones ejecutadas por ConocoPhillips.
DC | El Cooperante