Meghan Markle ya no llegará del brazo de su padre al altar de la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor el próximo 19 de mayo. Su progenitor, Thomas Markle, ha anunciado que no acudirá a la boda de su hija con el príncipe Enrique, según informa el portal TMZ. El padre de la futura duquesa de Sussex, que sufrió un ataque al corazón hace seis días, está muy avergonzado tras el escándalo por la venta de unas fotografías y ha decidido no ir a la boda para no herir a su hija ni a la familia real.
Thomas Markle ha explicado al mismo medio que en el último año se ha visto rodeado de paparazzis que le han fotografiado en momentos embarazosos. Por ejemplo, comprando cerveza o paseando solo y desaliñado. Markle ha puesto el foco en varias imágenes en las que se le ve comprando cerveza que, según sostiene, no era para él. Pero cuando una agencia le propuso hacerle unas fotografías tomándose medidas para hacerse un traje a o buscando en Internet imágenes de su hija y el nieto de la reina Isabel, aceptó la oferta. En aquel momento, según cuenta TMZ, vio una oportunidad para rescatar su imagen. Ahora admite que parece «estúpido» en esas fotografías y se arrepiente de haber realizado la sesión. Según sostiene, las imágenes fueron idea de la agencia, no suya.
Markle ha explicado al mismo medio que no quería hacerle daño a su hija ni a la familia real británica cuando hizo el trato. Además, subraya que no lo hizo por dinero. Según afirma, desde que su hija empezó a salir con el Príncipe Enrique ha llegado a recibir ofertas de entre 50.000 —unos 42.000 euros— y 100.000 dólares —unos 84.000 euros— por realizar una entrevista y siempre las ha rechazado.
Al escándalo de las fotografías se suman sus problemas de salud. Thomas sufrió un ataque al corazón hace seis días, pero logró el permiso de los médicos para acudir a la boda, aunque ahora ha decidido no ir porque no quiere avergonzar a su hija. El palacio de Kensington confirmó hace unos días en un comunicado que la novia y su madre (Doria Ragland) llegarían juntas en coche a Windsor. Después, el señor Markle conduciría a su hija por el pasillo de la Capilla de San Jorge. «La señorita Markle está encantada de tener a sus padres a su lado en esta importante y feliz ocasión», señalaba la nota.
Este lunes el príncipe Enrique y Meghan Markle han pedido respeto para el progenitor. «Este es un momento profundamente personal para Ms. Markle en los días previos a su boda», ha afirmado el Palacio de Kensington en un comunicado.
DC / El País