El Gobierno de Nicaragua aseguró este lunes que ha puesto todo su esfuerzo para evitar un derramamiento de sangre en la crisis que atraviesa el país por las protestas contra el presidente Daniel Ortega, y que ha cobrado la vida de entre 54 y 65 personas en 27 días.
“De verdad nosotros hemos hecho todos nuestros esfuerzos como gobierno, nuestro presidente ha hecho todos los mejores esfuerzos para evitar que siga derramándose sangre de hermanos”, dijo la vicepresidenta Rosario Murillo, a través de medios del Gobierno.
Además de muerte, la violencia en las protestas que comenzaron de forma pacífica dejaron más de medio millar de heridos y una cantidad no específica de desaparecidos y detenidos, según las organizaciones de derechos humanos establecidas en Nicaragua.
En las calles de las distintas ciudades de Nicaragua acusan a Ortega de utilizar a la Policía Nacional, la Juventud Sandinista y fuerzas de choque oficialistas conocidas como “turbas”, para reprimir las protestas, quemar edificios públicos y organizar saqueos con el fin de culpar a los manifestantes.
Murillo envió un saludo especial a los pobladores de Masaya, luego de que el fin de semana protagonizaron una batalla campal contra la Policía Nacional, en la que murieron al menos 2 personas.
Nicaragua atraviesa una crisis que cumple hoy 27 días con multitudinarias manifestaciones a favor y en contra de Ortega, y una cifra de muertos que oscila entre los 54 y los 65, según las organizaciones humanitarias, y con más de 500 heridos, más de 200 por impacto de bala.
DC | EFE