Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias en Kenia han causado al menos 72 muertes y han forzado a más de 211.000 personas a abandonar sus hogares desde marzo, informó hoy la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En un informe de situación, la OCHA agregó que hay 33 personas heridas a causa de estas inundaciones, que también han acabado con más de 6.000 cabezas de ganado y han dejado totalmente anegadas más de 3.400 hectáreas de tierras de cultivo.
La mitad norte del país ha resultado más afectada que la sur y la zona costera del este.
Entre los casos relatados en el informe, destaca la situación en el campo de refugiados de Dadaab (este), que alberga a más de 225.000 personas.
Cientos de personas han tenido que desplazarse a las escuelas cercanas y las letrinas se están desbordando, algo que aumenta los temores de un posible brote de cólera.
Algunas aldeas cercanas a la ciudad fronteriza de Moyale (norte) han visto cortados los accesos a la localidad principal, lo que ha dejado a unas 50.000 personas sin acceso a suministros de agua ni de comida desde hace diez días.
Por su parte, en las localidades cercanas al río Tana -el más largo del país, que nace en el centro y desemboca en el Índico-, las inundaciones a lo largo de su curso han provocado temores de posibles ataques de cocodrilos, de los que al menos un caso ha sido ya registrado.
La situación podría empeorar si el Gobierno se ve obligado a abrir las compuertas de las presas de Masinga y Kamburu (centro), que ya han alcanzado niveles peligrosamente altos, algo que podría tener «consecuencias humanitarias» para las localidades del río Tana y de la provincia de Garissa (este).
La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) explicó en un comunicado emitido hoy que su filial en Kenia está llevando a cabo operaciones de búsqueda y rescate, evacuación de familias en zonas de alto riesgo y suministro de servicios sanitarios básicos y refugio a más de 5.000 familias. EFE
DC / EFE