El pago sin contacto es una nueva tecnología que permite reducir el uso del efectivo, por medio de una transacción rápida, eficaz, fácil y segura en Latinoamérica, reveló hoy un estudio divulgado en Costa Rica.
El estudio «El estado de los pagos sin contacto en Latinoamérica», realizado por Americas Market Intelligence y encargado por Visa, demostró que las transacciones con tarjeta sin contacto están evolucionando hacia un entorno de este tipo de pagos, por lo que es crucial que la región evolucione hacia este sistema.
El método de pago es acercar la tarjeta al dispositivo de pago, mejorando la experiencia del usuario, amplificando la interacción y creando un hábito más simple para las personas.
El vicepresidente de Productos para consumidores de Visa América Latina y el Caribe, Ricardo Tafur, explicó en entrevista con Efe en Costa Rica que el pago sin contacto se realiza por medio de la tarjeta que usualmente las personas tienen, pero sin tener que firmar, pasar o insertar la tarjeta con chip, ni ingresar una contraseña.
«Es verdaderamente la base y el fundamento para la adopción de nuevas tecnologías. Podemos utilizar nuestras tarjetas en los puntos de venta que estamos acostumbrados y desplazamos el efectivo, utilizando un método mucho más seguro, más eficiente y más rápido», destacó Tafur.
Se trata en especial de un método para reducir el uso del efectivo y que es utilizable en transacciones de baja denominación, como por ejemplo pagar el transporte público.
Esto brinda más seguridad al usuario ya que se establecería un límite, según las regulaciones de cada país, de transacciones de entre 25 y 50 dólares máximo, y en el cual el usuario siempre tiene en su poder la tarjeta con la que paga.
«Es tan segura como la tecnología que estamos acostumbrados a utilizar. No estamos aislándonos de los métodos que ya conocemos, sino que estamos avanzando a otra etapa, el microcircuito crea una capa de transición, no pierde el valor de seguridad, entonces la seguridad se mantiene alta y trabajamos en pro de una experiencia más simple para el usuario», expresó Tafur.
Según el estudio, divulgado en Costa Rica, en el caso de la región latinoamericana implementar este método es vital para que los bancos conserven su relevancia.
Datos de la investigación indican que en Australia cerca del 90 por ciento de los pagos con tarjeta se realizaron con una tarjeta sin contacto. En Nueva Zelanda es de un 70 por ciento y en Singapur de un 60 por ciento.
Mientras que en América Latina los pagos todavía están en una etapa inicial y menos del 1 por ciento de todo el volumen de las transacciones hechas con tarjetas se realizan con un método de pago sin contacto.
La investigación además arrojó que otros métodos como el chip son muy lentos, mientras que el pago por medio del teléfono móvil no es accesible para todas las personas, en contraste, que el pago sin contacto con la tarjeta es accesible, barato y el plástico dura más tiempo.
«Nuestra hipótesis es que los emisores deberían enfocarse en una estrategia de tarjetas sin contacto, acompañados por una estrategia de pagos móviles con billeteras que llama la atención de la gente. Con estas nuevas estrategias vamos a lograr un entorno y un ambiente sin contacto», afirmó la experta líder de prácticas de pago de Americas Market Intelligence, Linsay Lehr.
Para los expertos, esta tecnología de pago sin contacto aceleraría la adopción de las tecnologías de pago de la próxima generación, como las móviles, tecnología «wearable» (de uso diario, como pulseras o anillos) y otros dispositivos del internet de las cosas.
El reto de América Latina se encuentra en trabajar para emitir tarjetas de crédito y débito habilitadas para los pagos sin contacto, asegurar una red eficiente de aceptación de los pagos, capacitar a los comerciantes y educar a los consumidores sobre los beneficios y utilidad de este método.
DC / EFE