El Grand Slam sobre tierra en el que ha sido campeona en tres ocasiones y que comienza el domingo. Haciendo un ejercicio de reduccionismo, se puede decir que el torneo ‘castiga’ a la campeona de 23 grandes (sólo tiene por delante a Margaret Court, con 24) por ser madre. “Este año, de nuevo, la dirección del torneo establecerá la lista y las cabezas de serie sobre la base de la clasificación de la WTA. Consecuentemente (el sorteo, que tendrá lugar mañana), reflejará las clasificaciones mundiales de esta semana”, explicaron desde la Federación Francesa, organizadora del evento.
Y Serena, que ganó Australia 2017 ya embarazada, es ahora mismo la número 453 del mundo. ¿Por qué? Simplemente porque dio a luz a su hija Alexis Olympia en septiembre pasado y eso le ha hecho no poder defender puntos y caer en el ranking.
La WTA, asociación fundada en 1973 por la combativa Billie Jean King y que tiene como jefe máximo a un hombre (Steve Simon), no protege con efectividad a las tenistas que dan el paso de ser madres. Ahora, el embarazo se contempla como una lesión y se pueden beneficiar de un ‘ranking protegido’ que les da acceso al cuadro final de ocho torneos sin pasar por la previa (Serena ya jugó Indian Wells y Miami), pero no respeta el puesto que tenía la tenista cuando dejó el circuito. En el caso de la menor de las Williams, era número uno. Queda a discreción de cada torneo ponerla como cabeza de serie o no. En París ha sido no.
“Esa norma está actualmente en proceso de revisión para 2019”, se excusan desde la WTA. La decisión de Roland Garros, además, puede ser incluso perjudicial para el torneo, pues la mejor jugadora de todos los tiempos puede cruzar en primera ronda con cualquier top-ten: Simona Halep, Caroline Wozniacki, Garbiñe Muguruza…
Cada vez son más las tenistas que concilian la competición con la maternidad. En España, María José Martínez. Kim Clijsters ganó tres de sus cuatro Grand Slams después de ser madre y y la ex número uno Victoria Azarenka, inmersa en un proceso por la custodia de su hijo, intenta volver arriba.
Jugadoras como Maria Sharapova, con una fría relación personal con Serena, han mostrado su malestar en el reciente torneo de Roma. “Me gustaría que cambiara esa regla. Regresar al circuito después de dar a luz, con el cambio físico que se experimenta, es increíble. El tenis a veces es egoísta. Estamos hablando de tener un niño, de algo que te cambia la vida. Así que Serena debería tener esa ayuda”, dijo la rusa, que perdió tres finales en París contra ella.
“Serena era la número uno y se merecería ser cabeza de serie”, apoyó Elina Svitolina. “Si dejas de jugar para ser madre y estás entre las ocho primeras, tendría que haber una clasificación protegida”, añadió. Y en la misma línea se manifestó la número uno Simona Halep: “Sería bueno proteger la clasificación. Ser madre es más importante que el tenis”. No lo han considerado así en Roland Garros.
DC / As