Un estudio dado a conocer hoy sobre el material genético de más de 100.000 especies animales revela que entre humanos, como la mayoría del resto de los animales, la diversidad genética es mínima, de sólo el 0,1 %.
Si no fuese bastante con la ciencia existente que resta cualquier validez a ideas basadas en identidad genética, ya sea en el mundo de la política o la cultura, el estudio «¿Por qué la mitocondria debería definir las especies? publicado hoy en la revisa científica «Human Evolution» debería ser definitivo.
El estudio, que ha utilizado más de cinco millones de ejemplos genéticos pertenecientes a 100.000 especies animales revela que la diferencia genética entre cualquier dos individuos del planeta es de sólo el 0,1 %, o lo que es lo mismo, sólo se distinguen en 1 de cada 1.000 «letras» que hace una secuencia de ADN.
Malas noticias para los que defienden cualquier concepto de supremacía genética entre los distintos grupos humanos, explicaron a Efe los autores del estudio, los científicos Jesse Ausubel, Mark Stoeckle, ambos de la Universidad Rockefeller (EE.UU.), y David Thaler, de la Universidad de Basilea (Suiza).
«No somos tan diferentes genéticamente», declaró el profesor Stoeckle, investigador asociado del Programa para el Medio Ambiente Humano de la Universidad Rockefeller.
«Este estudio es un importante recordatorio científico que genéticamente somos muy parecidos. No somos grupos distintos. Si nos queremos separar por razones culturales es una cosa, pero es erróneo utilizar la genética como justificación», añadió.
En términos similares se expresó Jesse Ausubel, para quien «todos los humanos somos genéticamente compatibles incluso si encontramos otras razones para ser incompatibles. Es realmente impresionante ver cuánto tenemos en común. Pero los humanos tienden a olvidarlo».
«Este estudio es un precioso recordatorio que ya sea que hablamos de gorriones o homo sapiens, se comparte una enorme cantidad de base genética», añadió el investigador.
Por su parte, el doctor Thaler explicó que las diferencias genéticas que algunos quieren identificar «es fruto de las tendencias de los observadores. Pero cuando nos alejamos un poco y vemos el bosque, la diversidad genética entre humanos, comparado con cualquier otra especie animal es bastante baja, especialmente comparada con el gran tamaño de la población humana».
Porque el estudio también señala que da lo mismo que la población de una especie se de más de 7.000 millones de individuos, como es el caso de los humanos, o de sólo unos cientos de miles de ejemplares: en el 90 % de todas las especies animales vivas, la diversidad genética es de sólo el 0,1 %.
Esta constante es fruto de otro de los descubrimientos del primer estudio de todo el material genético acumulado durante los últimos 15 años en la base de datos GenBank del Centro Nacional para la Información de Biotecnología de Estados Unidos: la mayoría de las especies animales somos jóvenes en términos evolutivos.
El estudio indica que, genéticamente, ese 90 % de especies animales que muestran una variación genética de sólo un 0,1 % aparecieron hace 100.000-200.000 años.
«Nuestro estudio fortalece el argumento que la baja variación en el ADN mitocondrial de los humanos modernos también explica la similar baja variación en más del 90 % de las especies animales vivas. Probablemente todos surgimos debido a procesos similares y la mayoría de las especies animales son probablemente jóvenes», explicó el doctor Thaler.
«Nuestro trabajo sugiere que la mayoría de las especies animales que existen hoy en día son como los humanos, descendientes de antecesores que surgieron de pequeñas poblaciones, posiblemente con eventos próximos a la extinción, hace pocos cientos de miles de años», añadió.
Esos eventos que pudieron provocar la reducción masiva de las poblaciones, los científicos señalan desde asteroides hasta épocas glaciares pero también virus y otros agentes microbiales que dejaron sólo pequeñas poblaciones de individuos genéticamente más capaces de sobrevivir.
Ausubel señala otro hallazgo del estudio: que «genéticamente, el mundo no es difuso. No existen especies intermedias» que conecten otras dos especies existentes.
Charles Darwin ya lo había avanzado y el doctor Thaler reconoce que sigue siendo un misterio porqué no existen especies intermedias genéticamente.
Thaler explicó esta característica con un símil astronómico.
«Si las estrellas son individuos, las galaxias son especies. Se encuentran compactados en acumulaciones dispersas y entre esas galaxias lo único que existe es el vacío», concluyó.
DC / EFE