La guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) detendrá sus actividades militares durante el fin de semana del 17 de junio, cuando se realiza el balotaje presidencial en Colombia, una elección clave para la continuidad de las negociaciones de paz.
«Hemos decidido decretar una nueva suspensión de nuestras operaciones militares a partir de las 0 horas del viernes 15 de junio hasta las 24 horas del martes 19 de junio» para facilitar la participación ciudadana en los comicios, dijo el ELN en «Insurrección», revista que publica en línea.
La última guerrilla activa reconocida por el gobierno colombiano aseguró que esta decisión la adoptan mientras avanzan en los diálogos y se establece la «hora cero del nuevo cese (al fuego) bilateral». En mayo, ya habían tomado la misma medida durante la primera vuelta electoral.
El gobierno colombiano y el ELN retomaron a principios del mes pasado en La Habana sus conversaciones con miras a un acuerdo de paz, el que no alcanzará a firmarse durante la gestión del presidente saliente Juan Manuel Santos.
– Dificultades para acuerdo –
Colombia elegirá este 17 de junio al sucesor de Santos en un histórico y polarizado balotaje.
El favorito es el derechista Iván Duque, hijo político del expresidente Álvaro Uribe y opuesto a la forma en que se negocia con la guerrilla. Incluso ha planteado revisar el acuerdo de paz que el gobierno firmó en 2016 con la poderosa guerrilla comunista FARC.
Para el ELN, con 1.500 combatientes, Duque «insiste en hacer trizas la paz, desbaratando los acuerdos de solución pacífica al conflicto» ya firmados por Santos.
El otro candidato que pasó al balotaje es el exguerrillero y exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, de 58 años, con una fuerza de izquierda que abre mayores posibilidades de negociación con el ELN.
«Independiente del resultado del 17 de junio, Colombia sale ganando con la consolidación de una fuerza política alternativa dedicada a promover la democratización y la paz», dice esta organización nacida en los 60 bajo el influjo de la revolución cubana.
El presidente Santos ha dicho que espera dejar firmado un acuerdo marco que siente las bases para que el proceso continúe con su sucesor y sea respetado.
«Nos dieron una instrucción: Prohibido levantarse de la mesa. Si gana el señor Duque pues allí nos va a encontrar, en la mesa. Que nombre su delegación y prosigamos», dijo recientemente el jefe de la misión negociadora del ELN en La Habana, Pablo Beltrán.
– Con miras al sexto ciclo –
El quinto ciclo de conversaciones de paz en La Habana tiene como objetivo conseguir una tregua y encontrar un mecanismo para que la ciudadanía pueda participar en el proceso de paz, una demanda constante del grupo rebelde. Este ciclo debe culminar el 12 de junio.
«Al Gobierno sólo le hace falta la voluntad política para que se concreten estos dos acuerdos», estimó el ELN.
Ambas partes están dispuestas a pactar un cese al fuego mejor al que lograron en octubre de 2017 y que duró 101 días, hasta enero de 2018, en medio de críticas de incumplimientos.
El sexto ciclo de conversaciones comenzará el 20 de junio, también en la capital cubana.
Las negociaciones de paz entre las partes se desarrollaban en Quito desde febrero de 2017, pero Ecuador se marginó como sede y garante el pasado 20 de abril tras inusitados ataques y secuestros realizados por disidentes de las disueltas FARC en su territorio. Ahora Cuba tomó la posta.
La isla caribeña, que también es garante del proceso, acogió durante cuatro años los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que culminaron a finales de 2016.
Cuba tiene los requisitos necesarios para que las negociaciones fluyan: experiencia en el tema, cercanía geográfica, confidencialidad y seguridad, características que ya habían destacado tanto el gobierno como las FARC durante sus diálogos.
DC / AFP