Son muchos los mitos que se tienen alrededor de la sexualidad, más que nada a la de la mujer, especialmente, cuando se toca el tema de la menstruación. Uno de lo que más resuena es aquel que cuenta que cuando algunas mujeres viven juntas o comparten mucho tiempo tienden a presentar las mismas fechas en cuanto su ciclo, compran tampones o toallas y se ponen temperamentales o emotivas durante los mismos días.
¿Pero qué tan cierto es este aparente mito? KienyKe.com conversa con el sexólogo Fernando Rosero, quien aclara las dudas: “Eso es verdad, existe una explicación hormonal que habla que las mujeres que conviven juntas o que comparten espacios pueden llegar a tener los mismos días del ciclo menstrual”.
El especialista ahonda en el tema: “Esto tiene que ver con el sistema ferohormonal y tiene que ver con las feromonas y la liberación que hacemos a través de la piel de todas las hormonas, como los receptores van percibiendo y se van sincronizando en función de las mismas”.
“Es una teoría que, si bien ha estado descrita, hay unos vacíos que no se terminan o faltan completar, pero definitivamente es verdad”, concluye Rosero.
Por otro lado, Alexandra Alvergne, profesora de Antropología Biocultural de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, comenta: “Es una creencia popular. Como humanos, siempre nos gustan las historias emocionantes. Queremos explicar lo que observamos a través de algo que tenga sentido. La idea de que se deba al azar o a la casualidad no es tan interesante”.
Alvergne expresa que los estudios sobre este tema iniciaron a través de la revista científica Nature en 1971, con la psicóloga estadounidense Martha McClintock, quien analizó la menstruación de 135 mujeres de una universidad de Estados Unidos. “McClintock encontró que la fecha de inicio de la regla era más cercana entre amigas y compañeras de habitaciones que entre desconocidas”.
Así es como McClintock postuló la teoría de que las mujeres que pasaban tiempo juntas tenían la oportunidad de que sus feromonas afecten unas a otras. La hipótesis se desarrolla a partir de que era una estrategia desarrollada por las mujeres de manera en que pudieran cooperar las unas a las otras, rechazando el ser un harem para un solo hombre dominante.
Esto quiere decir que si todas tienen la menstruación sincronizada, todas serían fértiles al mismo tiempo, entonces un solo hombre no podría embarazarlas a todas. Alexandra Alvergne agrega, “El hombre no podría manipularlas a todas, así que por eso se cree que se trata de una forma de cooperación entre ellas”.
DC / Kien y Ke