“Salió con 10 kilos menos de la cárcel. Estuvo preso 17 meses en más de 5 cárceles de presos comunes. Le racionaban la comida y cuando le daban algo de comer estaba podrida o congelada”, así comenzó un pequeño relato de la periodista Marisela Castillo, donde se refería al diputado de la Asamblea Nacional, Gilber Caro, quien fue liberado la mañana de este domingo.
“En varias oportunidades se le obligaba a comer al menos dos cucharadas de arroz podrido para tener algo en el estómago. Otras veces le deban una arepa sola congelada. En las últimas semanas le dio amibiasis porque cada 7 días solo le daban dos tobos de agua con la cual tenía que bañarse, limpiar sus necesidades y también tomar agua para calmar la sed. En varias oportunidades le obligaron a cantar consignas a favor de la revolucion y en todas se negó recordando que se trataba de un diputado de la República. Ni libros podía leer. Hasta la Biblia le prohibieron pasar”, detalló la Comunicadora Social a través de su cuenta en Instagram.
Al salir de la cárcel, lo primero que hizo Gilber Caro fue alzar su boleta de excarcelación en señal de triunfo y gritar, como pudo, “fuerza y fe”, escribió Castillo en su cuenta personal. Mientras que a su novia @steyci apenas la vio la abrazó y le dijo “te amo”. Se pusieron a llorar. No solo ellos, sino todos los que estaban ahí.
Gilber besó también el piso por el que caminaba. El de “la libertad” que tampoco será libertad porque Venezuela sigue en dictadura. “Volví a nacer. Me querían matar. Me dejaron solo en una celda por un año. Pasé hambre, pasé sed. Todo por Venezuela”, dijo llorando.
Castillo indicó que el martes, en teoría Gilber Caro debería estar en la Asamblea Nacional ocupando su curul, pero antes debe ir al médico. Lo tienen que revisar y someterse a tratamiento para revertir todo el daño que le hicieron por más de un año.
“Su abogada Theresly Malavé, tambien estuvo allí. En todo este tiempo no lo dejó solo y nunca abandonó su defensa. Ahora me pregunto: ¿cómo se sigue adelante después de tanta tortura y crueldad? No tengo la respuesta. Solo espero que Gilber encuentre la mejor forma de hacerlo y recupere todo el tiempo que le robaron a él y a su familia. En su casa lo estará esperando su mamá, su hermana y por supuesto su hija de casi 12 años”.
DC / Caraota Digital