El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, invitó a los mandatarios europeos de varios países, entre ellos Alemania, Italia y España, a una reunión el domingo en Bruselas para intentar desbloquear la política migratoria que divide al bloque.
«Invité a una reunión de trabajo informal sobre las cuestiones de migración y asilo a un grupo Estados miembros interesados» con el objetivo «de trabajar en soluciones europeos» de cara a la cumbre prevista la próxima semana, anunció Juncker en su cuenta Twitter.
Los europeos querían plasmar en su cumbre del 28 y 29 de junio su solución para la reforma de la política de asilo, tres años después de que el bloque enfrentara su mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial y que sigue dividiendo a los 28 países.
Y ante un posible fracaso, Juncker decidió convocar a los mandatarios de ocho países para intentar desbloquear la cuestión, si bien los eventuales «resultados» o «decisiones» serán para la cumbre de la próxima semana, según una fuente europea.
La canciller alemana, Angela Merkel, quien abanderó la política de acogida de refugiados en 2015, participará en la reunión, bajo presión por la amenaza de sus socios de la CSU, dipuestos a derrocarla si no endurece su política migratoria.
Además de Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro maltés, Joseph Muscat, confirmaron su asistencia a la reunión prevista en la sede de la Comisión Europea en Bruselas, según sus gobiernos.
Jean-Claude Juncker también invitó a la reunión al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y su par griego, Alexis Tsipras, cuyos países estuvieron en primera línea de la crisis migratoria con la llegada de casi 1,5 millones de migrantes desde 2015.
Los líderes búlgaro y austríaco, que ejercen en 2018 la presidencia pro témpore de la UE, también fueron invitados a la reunión. Juncker hizo extensiva la invitación a los 28 después que los primeros ministros de Bélgica y Holanda expresaran su voluntad de acudir.
– Plataformas de desembarco –
La crisis del «Aquarius», un barco fletado por una oenegé con más de 600 migrantes socorridos en el mar a bordo y que tuvo que desembarcar finalmente en España ante la negativa de Italia y Malta, refleja el nivel de tensión entre los países.
Para lograr una respuesta común, la UE parece priorizar el aspecto exterior de la migración, como la protección de fronteras, por delante del asilo de refugiados, que rechazan países como Hungría. Budapest adoptó además leyes que penalizan la ayuda a los migrantes.
Aunque hasta ahora sólo había sido abordada de manera puntual por algunos países, los mandatarios europeos se plantean crear «plataformas» en países de fuera del bloque, como en Túnez, adonde se enviarían a los migrantes rescatados en el mar.
Según un proyecto de conclusiones de la cumbre del 28 de junio, los europeos estudian la creación de estas «plataformas regionales de desembarco», que permitirían «distinguir entre migrantes económicos» y aquellos que pueden optar a la «protección internacional» en la UE.
De confirmarse, este plan podría aportar una solución sobre dónde desembarcar a los migrantes socorridos en el mar. Pero la cuestión de fondo, la política de asilo, sigue sin un consenso en la UE, como demuestra el espacio en blanco en las conclusiones.
Las reglas europeas de asilo, conocidas como ‘Reglamento de Dublín’, estipulan que el primer país que pisan los migrantes a su llegada a la UE es el encargado de gestionar las solicitudes de asilo. Esto afecta sobre todo a países como Italia y Grecia.
Bruselas aboga por consolidar un sistema de cuotas de reparto de refugiados entre el resto de países europeos en períodos de crisis, como se hizo entre 2015 y 2017. Hungría, Polonia y Viena, entre otros, se oponen, y los países mediterráneos lo consideran insuficiente.
A falta de una solución europea antes de finales de junio, el ministro del Interior alemán, el ultraconservador Horst Seehofer, amenazó con devolver a los migrantes que lleguen a las fronteras alemanas a sus países de entrada en Europa.
Merkel, quien abanderó la solidaridad europea en 2015, cuenta con el apoyo de su Macron. Ambos anunciaron la víspera que trabajan con otros países del espacio de libre circulación europeo Schengen para devolver a los solicitantes de asilo a su país de entrada.
El mandatario austríaco Sebastian Kurz, que participará el jueves en una reunión del grupo de países conocido como Visegrado y contrario a las cuotas de refugiados, aumentó la presión al advertir de una «catástrofe» migratoria «similar a la de 2015» si no hay una solución.
Aquí la página que ofrece todos los detalles necesarios sobre los países de la zona Schengen
DC / AFP