La Unión Europea (UE) aumentó este viernes sus aranceles a productos estadounidenses, como el bourbon, los jeans o el tabaco, en respuesta al conflicto comercial abierto por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra sus socios comerciales, entre ellos México, Canadá o China.
«La decisión unilateral e injustificada de Estados Unidos de imponer aranceles al acero y aluminio de la UE no nos deja otra opción», defendió la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, el miércoles, después que Bruselas diera su visto bueno a la aplicación de los aranceles.
Donald Trump decidió no prolongar la exención temporal otorgada en marzo a la UE, México y Canadá, y les impuso el 1 de junio aranceles del 25% a sus exportaciones de acero a su país y del 10% a las de aluminio, como ya hizo previamente con China por motivos de «seguridad nacional».
La imposición este viernes de aranceles de un 25% de media a una lista de productos estadounidenses, publicada la víspera por el Diario Oficial de la UE, sigue los pasos de México, que adoptó medidas de represalias a principios de junio, y se anticipa a Canadá, que prevé hacerlo en julio.
Y aumenta los temores de una guerra comercial mundial, en plena tensión entre Estados Unidos y China, que ya hizo cerrar en negativo el jueves a las bolsas europeas, con Fráncfort cayendo 1,44%, lastradas también por la cumbre de Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Para el economista del banco sueco SEB, Robert Bergqvist, la «guerra comercial» ya existe. «Y es una guerra comercial que se intensifica», agregó en declaraciones a la AFP, alertando además del eventual impacto en los mercados de valores y, a continuación, en la economía mundial.
– Harley, mantequilla de maní, bourbon –
Las medidas «de reequilibrio» de la UE, comunicadas a mediados de marzo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), entran así finalmente en vigor y apuntan en algunos casos a los Estados norteamericanos, esencialmente agrícolas, que votaron por Donald Trump en 2016.
Además de algunos productos siderúrgicos como determinados tipos de acero laminado, la UE aumenta sus derechos de aduana para productos agrícolas como maíz o arroz; ropa y calzado; vehículos de motor; e incluso maquillaje, puros, cigarrillos o bebidas alcohólicas.
«Si hemos escogido productos como Harley-Davidson, mantequilla de maní, bourbon es porque existen alternativas en el mercado [europeo]», explicó el jueves el vicepresidente de la Comisión, Jyrki Katainen, para quien estos productos tendrían «un fuerte alcance simbólico».
Los europeos siguen los pasos de los mexicanos, que el 5 de junio impusieron aranceles por un valor de casi 3.000 millones de dólares a productos de acero y aluminio estadounidenses, así como la carne de cerdo, manzanas, quesos, arándanos, uvas y whisky.
La decisión de Washington de imponer aranceles «va contra toda lógica e historia», subrayó el jueves el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, defendiendo que la respuesta de la UE, cuyas medidas son por un valor de 2.800 millones de euros, «debe ser clara pero mesurada».
La UE, que estima que los aranceles de Trump al acero y aluminio europeos le causarían pérdidas por 6.400 millones de euros, también llevó el caso ante la OMC y estudia imponer medidas «de salvaguardia» para proteger su mercado ante las exportaciones siderúrgicas de terceros países.
El conflicto comercial supone un nuevo revés a las tradicionales relaciones transatlánticas, ya deterioradas por la decisión del mandatario de Estados Unidos de salir del Acuerdo de París sobre el clima y del pacto nuclear con Irán, así como por sus críticas en el pasado a la OTAN y sus aliados.
La tensión podría acrecentarse si Trump aumenta los aranceles a las exportaciones de vehículos extranjeros -como alemanes o japoneses-, una amenaza que reiteró durante la pasada cumbre del G7 en Canadá, que terminó con Washington rechazando la declaración conjunta.
DC / AFP