“Es la Argentina de Messi, no la mía”. La frase de Jorge Sampaoli gráfica perfectamente el actual peso específico de Lío en su selección, que quedó expuesto como nunca en la eliminatoria para Rusia.
En los 10 partidos que jugó, la Albicelste sacó 21 de los 28 puntos que necesitó para su clasificación, producto de 6 triunfos y 3 empates. Solo perdió con Brasil de visitante.
Pese a confesar que hoy juega más en equipo que nunca, también resultó el máximo artillero argentino del clasificatorio con 7 goles, todos los cuales valieron victorias, entre ellos los 3 del decisivo 3-1 ante Ecuador en Quito.
En el medio del proceso, allá por 2016, renunció a la selección tras perder su tercera final en tres años, aunque no se ausentaría ni en un encuentro. ¿La razón? El apoyo masivo que recibió y su deseo de sanar en Rusia 2018 la herida de Brasil 2014.
DC / FiFa