as hormonas son químicos (progesterona, estrógeno, cortisol, andrógenos y testosterona son las más importantes) que regulan la mayor parte de las funciones del cuerpo, razón por la que el mínimo desajuste en ellas no tarda en reflejarse en nuestro estado de salud.
De acuerdo con los científicos Jason Carroll, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), y Wayne Tilley, de la Universidad de Adelaida (Australia), la regulación de los niveles de estrógenos y progesterona juega un papel determinante en un paciente con cáncer, ejerciendo control sobre las células cancerosas. Un ejemplo de la importancia de las hormonas en nuestro bienestar.
Pero, ¿cómo detectar un problema hormonal?
Señales de alerta
Si no te has sentido del todo bien y tienes alguno o varios de estos síntomas, tal vez se deba a una alteración hormonal que vale la pena atender:
– Aumento o pérdida de peso repentinos
– Resequedad en la piel y brotes de acné
– Cambios de humor bruscos
– Dolores de cabeza constantes
– Estreñimiento
– Falta de concentración
– Infertilidad
– Pérdida de la memoria
– Falta de apetito sexual
– Dolor de senos
– Insomnio o fatiga
– Estrés
– Inflamación del vientre
– Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)
– Períodos menstruales irregulares
– Sudoración excesiva, sobre todo por las noches
– Resequedad vaginal
Diagnóstico
Para determinar si se trata de un desajuste hormonal, el especialista (endocrinólogo, ginecólogo u obstetra), pide un análisis de sangre o prueba de saliva.
Tratamiento
Dependerá del caso, y puede ir desde el cambio de hábitos alimenticios; práctica de ejercicio regular; tomar el sol por unos cuantos minutos al día; hacer actividades anti estrés; hasta la toma de medicamentos o suplementos específicos para equilibrar las hormonas.