El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó este jueves en Bruselas el estatuto de Colombia como primer “socio global” latinoamericano de la OTAN, un nuevo paso en la integración de su país en la escena mundial tras la paz firmada con las FARC.
“La OTAN se convierte en un socio estratégico para Colombia para continuar en la construcción de este país moderno, nuevo que queremos dejarle a las próximas generaciones”, subrayó el mandatario colombiano en la nueva sede de la Alianza, a meses de poner fin a sus ocho años en el poder.
Su nueva gira por Europa le sirvió al Nobel de la Paz para recabar elogios por terminar con más de medio siglo de conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y para firmar la adhesión de su país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Su visita a la Alianza Atlántica coronó además la adquisición en mayo de 2017 del estatuto para su país de “socio global” de la OTAN, una categoría de mayor cooperación con esta organización militar compartida con otros ocho países como Afganistán, Austria, Japón, Irak o Nueva Zelanda.
La experiencia de Colombia en resolución de conflictos podría beneficiar a los aliados “con respecto al proceso de paz y reconciliación en Afganistán”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que subrayó el “liderazgo” del colombiano para “transformar su país”.
Ambos acordaron plasmar en aspectos como el desminado, la ciberseguridad y el papel de las mujeres en las fuerzas armadas esta nueva cooperación, que no implica una adhesión a la OTAN, cuya membresía está reservada a los países europeos, Estados Unidos y Canadá.
Apoyo de la UE
El proceso de paz con las FARC protagonizó los encuentros de este exministro de Defensa de 66 años con responsables de la Unión Europea (UE), bloque al que la víspera, en una sesión solemne ante la Eurocámara dio las gracias “de corazón” por su apoyo en el pasado y en el futuro.
“La UE apoya plenamente el acuerdo de paz con las FARC”, tuiteó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras reunirse a principios de la tarde con su “viejo amigo” Juan Manuel Santos.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, indicó horas antes un nuevo paso “concreto” de este apoyo europeo, al anunciar una financiación adicional de 15 millones de euros (17,5 millones de dólares) para la integración en “su nueva vida civil” de los ex guerrilleros de las FARC.
Diecinueve países de la UE crearon además en 2016 un Fondo Fiduciario de unos 95 millones de euros para acompañar a Colombia en el período del posconflicto, sobre todo en las zonas rurales y del que se han comprometido hasta el momento, según Santos, 62 millones en proyectos.
Mogherini, a quien en el pasado Santos calificó de “ángel de la guardia”, reiteró a su “amigo” que los europeos continuarán al lado de Colombia, incluso si los desafíos vienen “de la luna”, durante una conferencia conjunta sobre resolución de conflictos en el Museo de Bellas Artes (BOZAR).
La ex canciller italiana destacó además el “coraje” de Santos -sumido en negociaciones con la guerrilla guevarista del Ejército de Liberación Nacional (ELN)- para construir la paz con las FARC y la “perseverancia” para alcanzar resultados.
La primera reacción de la opinión pública al inicio de las negociaciones de paz fue difícil, reconoció el presidente colombiano, quien abogó por “minimizar” los “efectos políticos a corto plazo” en beneficio de los resultados a “largo plazo” en los procesos de resolución de conflictos.
Y, ante las críticas al acuerdo por políticos como el expresidente colombiano Álvaro Uribe, Santos, quien el viernes participará en Ginebra (Suiza) en la Conferencia Internacional del Trabajo, subrayó que el pacto con las FARC continuará ya que “es imposible legal y políticamente” retirarse.
DC / 24 Matins