Ya no hay rastro de Boullier en McLaren. Por la mañana, la escudería de Woking hacía oficial lo que llevaba sonando por el paddock un tiempo, que el francés dejaba su cargo como director de carrera abandonando la que ha sido su casa durante cuatro temporadas y media. Y por la tarde, ha lanzado su tradicional comunicado previo a un gran premio, en este caso el de Gran Bretaña, solo con las declaraciones de sus pilotos. Es la primera ausencia de Eric, que no se ha cubierto ni con Gil de Ferran ni con Andrea Stella, sus reemplazos.
Así, Alonso y Vandoorne son los que toman la palabra y ninguno, obviamente, lo hace para referirse a la noticia del día, la dimisión de uno de sus jefes. Simplemente, se dedican a comentar cómo afrontan la siguiente cita, la décima del calendario, y así lo hace el asturiano: «Siempre es especial competir en Gran Bretaña: los seguidores son increíblemente apasionados y conocedores del deporte, y como piloto de McLaren siempre recibimos un apoyo masivo de la afición británica».
«También es una de las mejores pistas del año, es un desafío enormemente emocionante para el piloto y tiene una gran cantidad de historia que lo ha convertido en uno de los grandes premios clásicos del calendario. Tiene algunos de las mejores curvas del mundo y es genial cuando las haces bien, y todavía más especial cuando puedes empujar vuelta tras vuelta», analiza Fernando sobre la importancia del circuito británico en la F1 y de cómo trazar sus curvas adecuadamente.
El objetivo en el fin de semana que cierra el primer triplete que ha visto el Mundial es tratar de mostrar un rendimiento similar al de Austria, donde Alonso acabó octavo tras empezar desde el pit lane: «Logramos maximizar todo lo que pudimos en Austria para traer a casa algunos puntos y, aunque Silverstone es una pista difícil, espero que podamos juntar todo lo que hemos aprendido y hacer lo mismo. El apoyo del público también nos dará un impulso adicional». Cita de casa para McLaren, la primera sin Boullier.
DC / As