Desde su inclusión entre los tres finalistas del Premio The Best al jugador de la FIFA 2016, Antoine Griezmann se ha caracterizado por la constancia en su desempeño, como demostraron una vez más esta temporada sus numerosos goles y asistencias, tanto con el Atlético de Madrid como en la selección francesa.
Aunque no tenga un físico especialmente imponente (1,76 m), siempre ha sabido compensarlo con su rapidez, su visión de juego y su habilidad tanto en los regates como en la finalización. La potencia de su pierna zurda también resulta muy valiosa en las acciones a balón parado, y se ha convertido en uno de los puntales de los Bleus.
Utilizado a veces como extremo en un 4-3-3 o como apoyo del delantero centro en un 4-2-3-1, Grizou es indispensable, y se mostró a menudo decisivo rumbo a la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018.
DC / FiFa