El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó de “inaceptable” la cantidad de muertos y el uso de la fuerza en el marco de la crisis sociopolítica en Nicaragua y afirmó que es responsabilidad del Estado proteger a los ciudadanos.
“Es una responsabilidad primaria de los Estados la protección de sus ciudadanos. El número de muertos es totalmente inaceptable. Hay una cosa evidente, el número de muertes es chocante y hay un uso letal de la fuerza por parte de entidades ligadas al Estado que no es aceptable”, afirmó Guterres, en referencia a los más de 350 fallecidos en Nicaragua desde abril según organismos humanitarios.
El secretario general de la ONU dio estas declaraciones en una conferencia de prensa en Costa Rica tras reunirse con el presidente costarricense, Carlos Alvarado, cita en la que el tema de Nicaragua fue abordado.
“Es absolutamente esencial que cese inmediatamente la violencia, que se revitalice el diálogo político, porque solo una solución política es aceptable. La violencia no permitirá solucionar”, expresó Guterres.
El secretario general aseguró que los buenos oficios de la ONU están a disposición para trabajar en una solución pacífica al conflicto que desde hace tres meses sufre Nicaragua por las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega y que ha dejado más de 350 muertos, de acuerdo con cifras de organismos humanitarios de Nicaragua.
Guterres manifestó que la ONU puede ayudar a propiciar el diálogo, pero subrayó que la región también debe tomar liderazgo y contribuir.
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, afirmó que “lo que sucede en Nicaragua demanda una reacción de la Organización de las Naciones Unidas para detener la ola de violencia generalizada”.
Agregó que desapariciones, las detenciones arbitrarias y la intimidación contra manifestantes, medios de comunicación, estudiantes, defensores de derechos y miembros de la iglesia católica son actos inadmisibles que deben terminarse cuanto antes.
Alvarado resaltó que la situación nicaragüense es un asunto prioritario para Costa Rica, por el impacto directo en aspectos migratorios, sociales y económicos que le puede ocasionar al ser un país vecino.
El presidente costarricense condenó la violencia y afirmó que la solución a la crisis debe ser trabajada por medio del multilateralismo.
Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
DC | EFE