Los ojos de la señora Sara Pérez reflejaban la tristeza de no poder regalar una muñeca a su hija María este 15 de julio; por esta razón catalogó este día como “el más opaco de los últimos años”, pese a que el clima era agradable y el sol resplandecía en la ciudad. Como ya es tradición en Venezuela, este domingo (el tercero del mes de julio) se celebró el Día del Niño, sin embargo, y a diferencia de épocas anteriores las calles caraqueñas no se inundaron de las sonrisas de los más pequeños de la casa.
“Como un domingo cualquiera”, así lo calificó Durvis Serrano, chef de profesión, quien recordó con nostalgia celebraciones anteriores y comparó con la de este 2018, para ella, las prioridades del venezolano en torno a este día han cambiado, además, manifestó la imposibilidad de comprar juguetes para los niños de la casa por los altos costos y el “golpe al bolsillo” que los mismos representan.
Los niños venezolanos no han podido escapar a los embates de la crisis por la que atraviesa el país, esto pese a los esfuerzos que realizan día a día sus padres por mantener la inocencia de los más pequeños de la casa.
El Día del Niño se celebra en cada país en días diferentes y en Venezuela, desde 1990, se conmemora cada tercer domingo del mes de julio. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue el encargado de aprobar ésta celebración a través de Unicef.
DC / Caraota Digital