Si bien se hace necesario consumir frutas diariamente para mantener una alimentación sana, es importante saber qué tan beneficioso es consumirlas de otras manera, como por ejemplo en jugos.
Las frutas son un alimento que hace parte de la vida cotidiana de la mayoría de personas, ya sea de quienes se levantan y toman un vaso de jugo de naranja o consumen una porción de ellas. Sin embargo consumirlas enteras tiene mayores beneficios.
Esta sería la única manera de no desaprovechar los componentes y nutrientes de la fruta que son buenos y necesarios para el organismo. Así lo avaló la Organización Mundial de la Salud.
La diferencia no solo está en la presentación. Al hacer un jugo, ya sea exprimido o licuado, se están perdiendo gran cantidad de nutrientes, presentes en la cáscara y la pulpa, como la fibra o vitaminas y minerales. Situación que no ocurre cuando el jugo es de verduras y sin endulzantes.
Además, al hacer un juego con la fruta se está aumentando el nivel de azúcar (así no se le agregue) porque la fructuosa de cada trozo se concentra y la glucosa entra directamente a la sangre. Esto pude ocasionar sobrepeso, altos niveles de triglicéridos y ácido úrico o incluso diabetes si se vuelve un hábito excesivo.
La explicación es muy sencilla: al obtener el jugo, en realidad se produce agua con fructosa (azúcar presente en la fruta), pues la mayoría de nutrientes y fibra quedan en los residuos.
Es por eso, que algunos nutricionistas recomiendan disminuir o evitar el consumo de jugos naturales y sustituirlo por la fruta entera, teniendo en cuenta que las calorías de una gaseosa podrían ser similares o menores a las del jugo.
Cabe aclarar que, nunca va a ser mejor consumir gaseosa que un jugo. Aunque ambos contienen una cantidad de azúcar significativa, beber el extracto de una fruta nunca será peligroso pero, todo en exceso es malo.
DC / Kien y Ke