Bajo la presunta protesta del PCV, entidad subsidiaria del PSUV, Maduro Moros decidió entregarle alrededor de 70 empresas nacionalizadas al Frente Francisco de Miranda. Medida evidentemente inconsulta (¿por qué habría de hacerlo?, dirá), de nuevo incurre en su sempiterna improvisación y evasión de responsabilidades.
De suyo, un dato alarmante, el Frente, fundado por Hugo Chávez y Fidel Castro en La Habana, difusor del pensamiento de Juan Carlos Monedero, asumirá – presumimos – la recuperación de un número considerable de empresas que, en su momento, propinada la medida, quizá fueron rentables. Cualquier viandante, por citar un caso, puede constatar que la modesta panadería de la esquina, a pesar de todos los pesares, cumplidora de las rudas exigencias oficiales, ahora sólo abre sus puertas para recibir unos sacos de harina con un destino poco conocido, bajo la suerte del colectivo armado que la ocupó, exorbitando los precios.
Ignoramos la definitiva figura jurídica empleada, si la hay, pero – a todas luces, una concesión graciosa – el Estado ya no actúa a través de sus funcionarios, sino de logias, cofradías o aparatos, que se prefieren como consorcios, antes que partidos. Escapando a los organismos contralores del Estado, técnicamente especializados, sumado el parlamento, reñida con la mínima e inevitable racionalidad económica que se impone, seguramente emergerá la contraloría social a la medida de los intereses de ocasión.
El Estado Comunal en marcha, por inconstitucional que sea, allana el camino de una evasión audaz: el del derecho, régimen y ámbito administrativo. Caricaturizándolo, el sector de la propiedad social se afincará cada vez más en el Código de Comercio, por modestos o grandes que fuesen los capitales comprometidos, malaventurándonos con una gerencia de magnas ínfulas tecnocráticas que siempre velarán por la vigencia del pasaporte y hasta de la visa estadounidense.
Maduro Moros, así, premia la lealtad de una clientela colada por las circunstancias. El consorcio Miranda cobra una mayor y decidida importancia que los reparos que pueda hacerle un partido secundario de la alianza gubernamental, resignado a un respaldo (in) verosímil.
DC / Luis Barragán / Diputado de la AN / @LuisBarraganJ