Pasadas las 3 de la madrugada de este miércoles en Toronto, Shams Charania (Yahoo! Sports) soltaba en su cuenta de Twitter una noticia que ha terminado por convertirse en el gran traspaso veraniego del mercado NBA 2018. Tal y como se venía apuntando en días anteriores, y ha confirmado Adrian Wojnarowski (ESPN)en el amanecer de Estados Unidos, ya existe un acuerdo cerrado entre los Spurs y los Raptors para que Kawhi Leonard juegue la próxima temporada en los Raptors. Una operación bomba que incluye a DeMar DeRozan en el pack que los canadienses envían a San Antonio como contraprestación.
El acuerdo final es el siguiente:
San Antonio Spurs recibe: DeMar DeRozan, Jakob Poeltl y una primera ronda protegida Top-20 para 2019. En el caso de que los Raptors la retuviesen, se convertiría en dos picks de segunda ronda.
Toronto Raptors recibe: Kawhi Leonard y Danny Green.
Contra la voluntad de Kawhi Leonard
Según Chris Haynes (ESPN), Kawhi Leonard ha expresado ya su negativa a un traspaso al que no puede negarse porque tiene contrato en vigor por dos años más y del que podría salirse el próximo verano. El hecho de que casi con total seguridad se convierta en agente libre en 2019 y que haya filtrado ya que su deseo es jugar en Los Ángeles (tanto los Clippers como los Lakers podrían contar con opciones), ha reducido su caché y las opciones de unos Spurs obligados a traspasarle después de su negativa a permanecer en el equipo.
En la tarde de ayer martes, el propio Wojnarowski comentaba en la ESPN que Kawhi Leonard considera acudir a la mini concentración de Estados Unidos la próxima semana en Las Vegas. Su presencia dispararía el morbo, ya que se pondría a trabajar a las órdenes del seleccionador Gregg Popovich, quien también es su técnico en los Spurs. Además, supondría un buen escaparate para mostrar el mundo cuál es su estado físico después de una misteriosa lesión en el cuádriceps que únicamente le permitió disputar 9 partidos la pasada temporada y que fue la causante del divorcio con la franquicia que estaba llamado a liderar después de la jubilación de Tim Duncan.
Toronto se arriesga
Masai Ujiri, presidente de los Raptors, ha sido el encargado de informar a DeRozan de su salida. También detalla Wojnarowski que el escolta —que renovó hace dos veranos por 139 millones y 5 años por la única franquicia en la que ha estado en la NBA desde su llegada en 2009— ya ha hablado con Kyle Lowry. Ambos han formado el backcourt que ha llevado a Toronto a los mejores años de su historia en la NBA. Una aventura que se ha topado en los tres últimos años con el mismo muro en los playoffs: LeBron James. La imposibilidad de hacerle frente llevó a los canadienses a despedir hace un par de meses a Dwane Casey, paradójicamente nombrado Mejor Entrenador de la regular season.
Con LeBron en el Oeste, los dinosaurios tratan de dar un giro a un proyecto que parecía haber alcanzado su techo. Con Nursey como head coach, buscan una maniobra muy arriesgada —incorporando a un jugador que podría marcharse libre en doce meses— para tratar de competir de tú a tú con los Celtics y Sixers, llamados a ocupar el trono de los Cavaliers en el Este. Para ello se desprenden de un jugador que ha sido all star en cuatro de los cinco últimos años y muy implicado emocionalmente con la franquicia. De ahí el malestar expresado por DeRozan en su Instagram poco después de conocerse los primeros rumores. «No hay lealtad en este juego», ha escrito, en alusión a las promesas que hace solo unos días le habrían hecho descartando su traspasado.
DC / As