La actriz mexicana Geraldine Bazán durante muchos años mantuvo un bajo perfil en el mundo del espectáculo. Su nombre sonaba más en referencia a lo laboral que por sonados escándalos. Cuando su nombre se vio ligado al de Gabriel Soto, debido al romance que sostuvieron ambos también manejaron su relación apartada del ojo del huracán. Pese a que durante su noviazgo el nombre de Soto también se vio señalado por supuestas infidelidades.
El matrimonio de la pareja fue relativamente corto -2016-2018-. Y en medio de una ola de señalamientos hacía el protagonista de “Vino El Amor” el matrimonio llegó al divorcio.
“Infiel” fue la viñeta que se le otorgó a Gabriel Soto. Y la etiqueta de la posible “otra” le fue puesta a dos actrices: Marjorie De Sousa e Irina Baeva.
La prensa rosa no descansó en la “búsqueda de la verdad”, e incluso se visualizó a Soto como el padre del hijo de Marjorie, escándalo que también fue sumado al de la venezolana con Julián Gil, el cual hasta la fecha parece un caso inconcluso, no por la paternidad puesto que se demostró mediante una prueba de ADN que Gil es el padre biológico del menor, sino porque ninguno de los actores ha llegado a un acuerdo aparente.
Bazán luego de haber firmado la separación absoluta de su ahora ex esposo habla sobre sí misma y los pequeños rumores que también la señalaban como “mujer infiel”. Durante una amena entrevista con Jorge ‘El Burro’ Van Rankin para el programa ‘Hoy’, la mexicana dijo: “Yo siempre he sido fiel. Nunca le he pintado el cuerno a un novio“. Geraldine también hizo hincapié en que pese a que no se considera una mujer celosa, ella como cualquier otra fémina presiente de quién debe o puede sentirse amenazada. “Creo que las mujeres tenemos ese sexto sentido de saber de quién o dónde uno debería sentirse celosa“.
DC | La Opinión